Economía de México, sin señales de mejoría

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  • En los próximos trimestres se mantendría debilidad en consumo e inversión
  • Por Gerardo Flores Ledesma

RedFinanciera

El sector empresarial subrayó que en la economía de México no se perciben señales de mejoría y aclaró que en los próximos trimestres se mantendrá debilidad en indicadores como consumo e inversión, que son los principales motores del crecimiento.

En su más reciente análisis, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) detalla que la capacidad de generación de empleo formal comienza a verse afectada de manera importante, mientras se deterioran las expectativas para los próximos 10 años, en los que se se prevén un crecimiento promedio anual de solo 2.0%.

El organismo que depende del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) puntualiza que en materia de finanzas públicas los resultados son razonables en lo agregado, pero en su composición hay aspectos cuestionables, al tiempo que se confirma que el gasto público sólo ha privilegiado criterios políticos.

Se agrega que de acuerdo con el INEGI, en el primer trimestre del año el comportamiento de la actividad económica del país mejoró modestamente, pero no hay signos de una mejora más pronunciada para los próximos trimestres, lo que posiblemente responda a la incertidumbre del último año del sexenio.

En dicho período, el PIB creció 0.3% respecto al trimestre previo, mientras que en comparación con un año antes aumentó solo 1.9%, ambas cifras fueron menores a la estimación de los especialistas que anticipaban avances de 0.33% y 2.3% respectivamente.

El INEGI reveló que en abril las ventas al menudo reportaron un avance anual de solo 0.5%, que muestra una clara tendencia a la baja; la inversión fija bruta, si bien mantuvo un avance de dos dígitos al crecer 10.5%, este fue su menor avance en los últimos quince meses y su tendencia es de disminución.

Por ello, el CEESP subraya que la generación de empleo formal  se ve afectada de manera importante, como lo demuestran las cifras de junio del IMSS que indican en 29 mil 555 registros menos en la cifra total de trabajadores afiliados al IMSS.

Con ese dato ya son dos meses con baja consecutiva (mayo y junio) y una pérdida acumulada de 54 mil 758 empleos registrados.

Se precisa que “en este entorno, las expectativas anticipan un desempeño con mayor debilidad, ya que mientras que para todo el presente año los especialistas prevén un crecimiento de solo 2.0%, para 2025 pronostican uno de 1.68%”.

Para el CEESP “lo preocupante es que para más adelante las expectativas siguen deteriorándose, ya que el consenso anticipa que el debilitamiento de la actividad económica se prolongará por varios años. Para los próximos diez años los especialistas prevén un crecimiento promedio anual de solo 2.0%, el mismo que en los últimos 30 años”.

En materia de finanzas públicas, el CEESP cuestiona los resultados de gastos e ingresos, porque en el periodo enero-mayo los ingresos totales aumentaron a una tasa anual de 5.4% en términos reales, pero “llama la atención que la recaudación por IVA creció 3.9%, lo que sugiere que el consumo aún no se reactiva. Hay que considerar que tan solo en mayo la recaudación por IVA se contrajo 0.1% anual. Por su parte, la disminución de 0.9% en la recaudación por ISR da cuenta de la debilidad de la actividad económica”.

Y aclara: “En el caso del gasto público se aprecia un incremento de 17.3% anual en el lapso enero-mayo, debido a la importante asignación de recursos a los programas y proyectos insignia del gobierno”.

Asegura el CEESP que entre enero y mayo el mayor dinamismo se observó en el gasto de las secretarías de Turismo y Energía, que creció a una tasa anual de 205.8% y 462.5%, respectivamente. El gasto en Bienestar aumentó 30% y en Trabajo y Previsión Social 88.8%. Por el contrario, el gasto en salud se contrajo 49.7%.

Por eso, se afirma que “el gasto público ha privilegiado criterios más bien políticos, primordialmente con proyectos del gobierno cuya rentabilidad no se ha comprobado y persisten muchas dudas sobre sus beneficios sociales y con programas de transferencias carentes de incentivos para la movilidad social y sin mecanismos para romper los ciclos de preservación de la pobreza de los segmentos sociales más necesitados”.