Análisis a Fondo

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  • Tamaulipas o el “negacionismo” de Marko
  • Muchos panistas, a remojar sus barbas y los lampiños los bigotes
  • Aunque no lo crea, el caso Tamaulipas es un bumerán del PAN
  • Por Francisco Gómez Maza

RedFinancieraMX

El caso del señalamiento de Francisco Javier García Cabeza de Vaca (oriundo de McAllen, Texas), hasta ahora gobernador de Tamaulipas, como responsable de graves delitos relacionados con la delincuencia organizada, pone en evidencia al Partido Acción Nacional.

El PAN así se consolidó como el brazo seudopolítico de la derecha más recalcitrante y corrupta, asentada en los sectores empresariales más poderosos económicamente y más católicos preconciliares predicadores del conservadurismo, de la explotación del hombre por el hombre y de la desigualdad como mandato y gracia divina, desigualdad para todos menos para las sagradas familias del partido, aunque pequen. Y ¡vaya que pecan aunque se muestren con santos de altar!

Ricardo Anaya –canalla, canayín – y los ex senadores Ernesto Cordero, Salvador Vega, José Luis Lavalle Maury, Francisco Domínguez, maiceados por Peña para aprobar la privatización de Pemex, deben ya poner sus barbas a remojar, porque están también en la mira de los muchachos de Gertz Manero. Están obligados a verse en el espejo de su correligionario tamaulipeco.

Importantes militantes del panismo, allá por los años 60-70, me lo advirtieron. Nunca confíes en los grandes ricos católicos, que son lobos vestidos con piel de oveja. Salen de la Iglesia, después de confesarse con el sacerdote y comulgar a Cristo, y se reúnen en el atrio o en la sacristía, para confabularse y conspirar en contra del gobierno de la revolución. Lo que buscan es asegurarse de que nadie les arrebate su riqueza, aunque nadie esté pensando en ello. Y por eso se agremiaron, aprovechándose del buen corazón de Don Manuel, en el PAN,

Pero no ha cambiado nada en el seno del panismo, entre las cúpulas. Después de que la Unidad de Inteligencia Financiera ha acumulado cerros de información del comportamiento de muchos panistas de la cúpula y de haber completado una carpeta de investigación de las actividades de García Cabeza de Vaca, los dirigentes de ese partido se niegan a aceptar la realidad.

“López Obrador y Morena han comenzado su cacería de brujas ante el evidente avance de la oposición en México, que sí sabe dar resultados a la población”, declaró sin ninguna vergüenza Marko Cortés, dirigente del PAN, al referirse a la solicitud de desafuero de la Fiscalía General a la Cámara de Diputados del gobernador García Cabeza de Vaca, para que sea aprehendido y juzgado por los delitos de delincuencia organizada, operación con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada. Todos documentados ya por la UIF. Ah. Sublime ignorancia, lamentable inopia de neuronas.

Ah. Y además el yunior michoacano sufre de esa enfermedad de negacionismo farisaico, cuando no se da cuenta de que él y sus panistas sólo dieron, dan y darán vergüenzas a sí mismos y a la población.

Así se va a solucionar todo problema. Negando la realidad. Sabe Marko Cortés claramente que está mintiendo. Ni él se cree lo que declara a la prensa.

Rechaza la verdad de que la oposición en realidad no existe hasta ahora. Que perdió todo en julio de 2018. Que fue hecha pedacitos. Nulificada. Convertida en un cero a la izquierda. Sabe que muchos de sus miembros están comprometidos con la corrupción y lo niega. Que sus diputados y senadores apoyaron las salvajes políticas de Enrique Peña, por un plato de lentejas. Sabe que la corrupción corroe las fibras más íntimas de muchos de sus correligionarios. Y se niega a reconocer su realidad y la de su formación política. Ah Marko. Nunca aceptará qué él fue y es cómplice de la criminalidad albiceleste.

Y a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús ahora le sale lo azul. Realmente tiene el alma teñida de ese azul vergonzante, al que han renunciado panistas realmente dignos. No obstante que corrió para darle gusto a su mujer y aferrarse a la idea de que ambos eran –son- los mesías de los mexicanos, ahora sale en defensa de quienes lo echaron al arroyo. Y se atreve a proclamar, aunque no lo crea. Se impone su doblez, su fariseísmo: “Hay una burda persecución política en México”, afirma y asegura, sin aceptar que la UIF no actúa si no tiene los pelos de la burra en las manos, que “nadie conoce los elementos con los que se acusa al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.”

La mojigatería en todo su esplendor.

El hecho es inevitable, sea o no persecución política, la Fiscalía tienen “elementos” para enjuiciar, no sólo al gobernador de Tamaulipas, sino a muchos albicelestes, sin contar a la pléyade de criminales que estuvieron apoderados de la suerte de los mexicanos y que ahora quieren volver al pasado.