Prevé Banco de México caída de -8.9% en la economía para este año

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  • (RedFinancieraMX) Para 2021 habrá crecimiento de 3.3%, y de 2.6% para 2022
  • La inflación marcha hacia una meta cercana al 3%

RedFinancieraMX

El Banco de México subrayó que la economía decrecerá -8.9% en este año, con un escenario de recuperación lenta y gradual para 2021, cuando se prevé un incremento en el Producto Interno Bruto (PIB) de 3.3%, y que el nivel de inflación está en una trayectoria decreciente para la variable general y subyacente hacia la meta de 3%.

En su informe trimestre julio-septiembre de 2020, el instituto central considera que la recuperación de la economía será paulatina, convergiendo a un crecimiento inercial hacia 2022, con cautela de consumidores e inversionistas ante un entorno de marcada incertidumbre derivado del desarrollo de la pandemia y de sus efectos sobre la economía.

Habrá diversidad sectorial en el ritmo de reactivación y relajamiento de las restricciones que aún enfrenten y de retos para la recuperación de la demanda agregada, particularmente por la debilidad del componente interno y la también gradual recuperación esperada del mercado laboral.

Banco de México resaltó que el PIB para 2022 se ubicaría en 2.6% y reiteró la elevada incertidumbre que se prevé para el desempeño de la en 2021.

En la presentación del Informe Trimestral, el Gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León, afirmó que este escenario central de crecimiento de la economía se compara con el pronóstico del trimestre anterior, relativamente cercano al escenario de recuperación de tipo “V”.

Para 2021, el Banco de México anticipa como escenario central un rebote de 3.3% que descarta una segunda ronda de cierre de actividades, con un intervalo que va de 0.6 a 5.3 por ciento. Y para 2022 anticipa un crecimiento inercial de 2.6 por ciento.

El Gobernador del Banxico destacó en conferencia vía digital, que hay riesgos sesgados a la baja para el crecimiento, entre los que destacan:

La prolongación del distanciamiento social.

Episodios adicionales de volatilidad financiera.

Medidas de apoyo nacional e internacional insuficientes.

Secuelas por la pandemia más permanentes.

Reducciones en calificación de deuda y de Pemex.

Incertidumbre interna persistente que de por sí ha afectado a la inversión.