- FUERA NOROÑA
- CARLOS RAMOS PADILLA
RedFinanciera
Después de las arrebatas y groseras expresiones, además de amenazas, de Fernández Noroña contra de Alejandro Moreno, el presidente del Senado va en picada.
Es el sujeto que demeritó y dudó de los hallazgos encontrados en el campo de concentración de Jalisco.
Sus temerías posiciones ganaron el desprecio de miles de deudos que solamente encontraron pocos despojos de lo que en algún tiempo fueron seres humanos.
Ceci Flores le escribió en redes sociales lo siguiente: “Señor @fernandeznorona quienes tenemos un desaparecido podríamos rezarle a un zapato, a una playera, a un lugar y hasta al viento que pensamos que tocó a nuestros hijos para darnos consuelo. No le pido que luche junto a nosotras porque no tiene nada que aportar. Pero si le exijo que respete el dolor y la esperanza de cientos de miles de madres que vamos buscando señales que nos traigan paz”.
Luego, viajando en primera (145 mil pesos el asiento), con todos los privilegios inicia una “gira de trabajo” por Francia.
No es la primera ocasión que se transporta con lujos argumentando que se ha ganado las ventajas sobre los demás por “acumulación” de puntos, omitiendo intencionalmente señalar que estos se obtienen por la compra del pasaje, dinero que no explica de dónde proviene.
El líder de PRI ha expresado algo irrefutable, Fernández Noroña no representa la presidencia de la Cámara Alta. Es provocador y contestatario, nada equilibrado y menos justo.
Sus desplantes públicos lo han orillado a colgar toallas sanitarias en la puerta de Palacio Nacional, sitio que ahora defiende porque llegó Morena. No es capaz ni siquiera de tener respeto por sí mismo y cumplir con los protocolos elementales de vestimenta para eventos de primer orden. Ni siquiera se presentó de traje y corbata al ceremonial de toma de protesta de Sheinbaum como presidenta de la República.
Fernández Noroña gana cada día más enemigos que personas o grupos políticos y sociales que estén dispuestos a emprender iniciativas positivas que requiere el país. Es grotesco, lo sabe él y los demás. Su oratoria siempre es de confrontación, su lenguaje corporal de pelea.
No cumple con sus obligaciones y responsabilidades, se ocupa y preocupa más por amenazar a sus adversarios con meterlos en la cárcel cuando él forma parte del grupo político que dentro y fuera de la nación es señalado como socio de células criminales y traficantes de droga.
A Fernández Noroña le tiemblan las corvas para soltar los nombres de los personajes cercanos a él y que merecerían estar tras las rejas. Vamos ni siquiera cuestiona los desfalcos en Segalmex o en INSABI, o la macro farmacia, o las inexistentes vacunas “patria”.
Para eso no tiene tiempo, menos agallas. Se dice austero, represéntate de la izquierda pero despacha en comederos de alcurnia. Cree que atacando ferozmente a la oposición e intimidando a Alejandro Moreno construye valores y muestra dignidad, esa que no conoce.
Cierto, no representa al Senado, ni a la política. Pero cada quien decide cómo acomodarse en la historia y algunos poco a poco se van hundiendo en el fango ese que succiona para esconder la basura.