Análisis a fondo

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  • Que tu lengua se haga chicharrón
  • A todos los neoliberales la patria se les deshizo entre las manos
  • Sólo el peligro para México entregó una economía plena de éxitos
  • Por Francisco Gómez Maza

RedFinanciera

Empezaron ya a escupir su veneno las lenguas viperinas, las siempre malas lenguas -que la tuya no es tan buena, derechairo, seudo periodista-, asegurando que a la doctora en Ciencias, Claudia Sheinbaum Pardo, se le está yendo el país entre las manos – sería más ad hoc escribir: se le está escurriendo el país entre las manos-, y ninguna razón tiene el seudo columnista que lo escribe, porque la doctora, Premio Nobel, apenas lleva  lo que va de octubre, 28 jornadas al frente de la nación, en las que lo ocurrido es que ella se ha ganado la voluntad de la gente del llamado pueblo, de esa gente que los derechairos llaman chairos, o que aseguran que no existen porque les llaman pueblo.  Y ellos, como no son pueblo, y se dicen periodistas o columnistas, aseguran que no existe, porque pueblo sólo es una palabra fantasiosa, inexistente, como democracia, que se emplea para darle caché al lenguaje de la politiquería, que no de la política, porque política es una ciencia, digna para que la aplique una científica y no un periolisto de medio pelo, a quien lo único que le importa es vender sus mentiras al mejor postor de entre los derechairos.

Sin embargo, qué es lo que del pueblo se le está yendo entre las manos a la doctora Sheinbaum. Qué es, derechairo seudoperiodista. En aquellos días de transición, de la demagogia oportunista a una economía entregada a los poderosos; tiempos de odio a transición de lo más o menos revolucionario a la derecha fascista, que se avistaba en el futuro inmediato, fue Miguel de la Madrid Hurtado quien aseveró; Vivimos una situación de emergencia. No es tiempo de titubeos ni de querellas: es hora de definiciones y responsabilidades. No nos abandonaremos a la inercia. La situación es intolerable. No permitiré que la Patria se nos deshaga entre las manos. Vamos a actuar con decisión y firmeza. No estoy seguro que el derechairo fuese consciente de estas palabras dramáticas que llevaron al país al más horrendo capitalismo salvaje que muchos llamaron neoliberalismo y que despojó a los pobres y a las clases medias mexicanas de la posibilidad de marchar hacia mejores derroteros de justicia social.

La situación económica, política y social de aquellos tiempos era de desesperación y de confusión. Pero la derecha extrema, consagrada por los sacerdotes del liberalismo económico, estaban profundizando las hondonadas por donde resbalaría la nación, inspirada por ese neoliberalismo fantasmagórico que venía de los centros de poder de Washington, de Cambridge, de Chicago. Y que ya había inaugurado De la Madrid Hurtado, empezando por el desmantelamiento del Estado Mexicano como rector de la economía. Y sí, la patria se le deshizo entre las manos al inconsciente de De la Madrid Hurtado, inaugurándose una dictadura económica de 36 años de un capitalismo salvaje que continuó prohijando la destrucción de la Patria, bajo la égida del mismo De la Madrid Hurtado, de Carlos Salinas de Gortari (el más infame), de Ernesto Zedillo Ponce de León, del ignorante repartidos de coca cola de Vicente Fox, del fascista Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa y de Enrique Peña, el hijo de la tv telenovelera..

A todos, a estos seis, se les deshizo la patria entre las manos, hasta que llegó, muy a pesar de la partidocracia, el peligro para México, quien, después de un sexenio, lleno de felonías, de odio, de rencor de parte de los derechairos, entregó a los mexicanos una economía plena de éxitos; a las generaciones nuevas de la empresa privada, un mercado fuerte para la industria nacional, y un país entero. El peligro para México fueron los periodistas como el que le advirtió a la doctora Sheinbaum que se le estaba yendo el país entre las manos.