- En entrevista con los especialistas españoles Ramón Maristany y Monserrat Pijuán, aseguran que el lenguaje no verbal dice más que mil palabras
- Reflejan aspectos relacionados con nuestro árbol genealógico
- Por Ricardo Contreras Reyes
RedFinancieraMX
Cada movimiento, cada gesto, cada mueca del cuerpo y del rostro expresan y comunican algo. Incluso, dicen más cosas que aquellas que emanan de la boca.
Hasta en la forma de caminar, de hablar, de pisar, de mirar, de rascarse la cabeza y de tocar nuestro cuerpo está la herencia acumulada de nuestros padres y nuestros abuelos.
Conversamos con Ramón Maristany y Monserrat Pijuan, una pareja de españoles que llevan muchos años estudiando el comportamiento humano a través del lenguaje corporal y la morfopsicología (análisis del rostro), enfocados a los traumas del árbol genealógico.
A través de la magia de la tecnología, este “dúo dinámico” nos ofreció una interesante charla -vía Skype- desde Barcelona y nos platicó que el estudio del lenguaje no verbal lo utilizan algunas empresas de Recursos Humanos para seleccionar al personal idóneo para ocupar ciertos puestos de trabajo. También lo aplican en su ejercicio cotidiano los impartidores de justicia.
Pero sobretodo, sirve para entender nuestros orígenes y nuestros traumas heredados por nuestros padres y abuelos
Ramón Maristany laboró en su juventud en una empresa productora de cine y ahí descubrió que muchos actores y actrices se “contradecían” en sus movimientos corporales frente a las cámaras, “afirmaban verbalmente algo que negaban con sus movimientos sin ser conscientes”.
Esta situación lo motivó a investigar y estudiar a fondo el tema. Luego logró fusionar el lenguaje corporal, la musculatura y nuestros antepasados; para obtener toda la información necesaria para ayudar a las personas a descubrir el trauma del Árbol Genealógico del Usuario.
Monserrat nos aclara que para analizar el pasado de un paciente no es necesario tener a la mano fechas de nacimiento, ni actas de defunción, “toda la información de nuestros antepasados está anclada en nuestro cuerpo, en nuestra musculatura”.
“Haciendo las preguntas necesarias, utilizando las palabras clave nos dan la respuesta que buscamos”, completa la idea Ramón al tiempo que lanza una pregunta: ¿Por qué hay gente que se siente impedida a realizar cosas diferentes, o tener éxito y prosperidad?.
La respuesta el mismo la sabe: hay que estudiar el árbol genealógico, lo que hicieron nuestros abuelos y nuestros padres incide en nuestro comportamiento.
Monserrat Pijuan Freixas se ha dedicado a investigar la relación de la mente con las emociones y el pensamiento del comportamiento humano.
“Me encanta descubrir y estudiar, he desarrollado mi propio método al que llamo “Crecimiento Emocional” (Cambio de Hábitos Mentales) que enseña a las personas a encontrar la felicidad y comprender que hacen con respecto a sí mismas , liberándolas de los traumas vividos desde su infancia.
Ramón Maristany dice que cuando una persona llega a su despacho a recibir terapia, su experiencia en el tema le permite saber qué le ocurre desde el momento en que toca la puerta, la manera en que saluda, la forma en que sienta, si cruza las piernas o las manos, si hombros, entre otros movimientos.
En una ocasión, nos cuenta Maristany, le preguntó a su paciente:
¿De qué murió tu abuelo?
La persona no alcanzó a acertar argumentando que nunca lo conoció, pero al responder se tocó el cuello con ambas manos. Resultado: el abuelo murió ahorcado.
Hubo otro caso de una señora que vivía aislada, triste y que no le gustaba salir a la calle. Diagnóstico: su abuelo estuvo recluido en la cárcel durante la Guerra Civil Española. “Esta memoria de encierro se le trasladó a su nieta.
Ambos especialistas aseguran que muchas personas han podido arreglar sus problemas “con el pasado” y han logrado reconciliarse con sus ancestros, pues existe lealtad al árbol genealógico y hay que sanarlo.
Otro ejemplo que demuestra tal lealtad es la historia de una mujer que llevaba más de 15 años sin poder concebir un hijo. Cuando llegó a la terapia, se enteró que una de sus abuelas falleció en el parto y esa era razón de su presunta “infertilidad”.Meses después la mujer se embarazó.
Ramón hace la aclaración que las terapias que utilizan con sus pacientes jamás podrán sustituir el trabajo de los médicos, incluso, asegura que sugieren que sigan con sus tratamientos tal como se lo han indicado los especialistas.
Al preguntarle cuál es el secreto para hacer un buen análisis de los movimientos corporales, nos dicen sin pensarlo dos veces:
“La observación es lo más importante”.
“El éxito, la tristeza, la alegría, el enamoramiento, todo se refleja en la cara y en el cuerpo”.