- Abe declara el estado de emergencia en Tokio y otras seis prefecturas
- Perú decreta inmovilización total jueves y viernes por COVID-19
RedFinancieraMX
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, declaró un estado de emergencia en Tokio y otras seis prefecturas, durante un periodo de un mes, para frenar la propagación del coronavirus COVID-19, colocando al país en un nivel de alerta sin precedentes en medio del temor a un aumento de pacientes.
En tanto, el Gobierno de Perú decretó la inmovilización social obligatoria este jueves y viernes, pese a ser feriados por semana santa y el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, aprobó extender la cuarentena estricta y el cierre de toda la isla de Luzón hasta el 30 de abril, ambas medidas para contener la propagación de la pandemia COVID-19.
La medida, que entrará en vigencia en Tokio a partir de este miércoles y continuando hasta el final de la Semana Dorada, también aplica a las prefecturas de Osaka, Saitama, Kanagawa, Chiba, Hyogo y Fukuoka.
“Decidí declarar un estado de emergencia porque hemos llegado a un punto en el que la propagación de infecciones se ha vuelto rápida y generalizada en todo el país y amenaza con tener un grave impacto en la vida de las personas y la economía”, dijo Abe ante el parlamento, destacó la agencia Kyodo.
El primer ministro japonés informó que la medida entrará en vigor el 8 de abril y permite a los gobernadores instar a la población a permanecer en sus casas. Asimismo, lleva al cierre de negocios que involucren congestión de personas, pero no supone confinamiento estricto ni multas.
“El Gobierno se enteró de que la rápida propagación del virus en todo el país podría tener un gran impacto negativo en los medios de vida de las personas y en la economía de la nación”, argumentó Abe.
Durante una reunión de un grupo de trabajo gubernamental sobre COVID-19, Abe declaró un estado de emergencia basado en una ley recientemente enmendada para responder al brote de coronavirus. Consultó a un panel asesor de expertos en enfermedades infecciosas y salud pública que dieron el visto bueno antes, completando el proceso requerido.
La declaración, que estará vigente hasta el 6 de mayo, autoriza a los gobernadores de las siete prefecturas a solicitar que los residentes se queden en casa, excepto para tareas esenciales, como comprar alimentos y buscar atención médica, además de restringir el funcionamiento de las escuelas y otras instalaciones.
En cuanto a las empresas, los gobiernos de las prefecturas también podrían solicitar que “implementen a fondo las medidas de control de infecciones”.
Las medidas que se tomarán con base en la primera declaración de este tipo en Japón podrían reducir los derechos y libertades de las personas hasta cierto punto.
Sin embargo, no conducirá a bloqueos estrictos en una escala vista en otros países afectados por el COVID-19 como China y Francia debido a los límites de la ley japonesa.
Resguardo domiciliario obligatorio en Perú
El Gobierno de Perú decretó la inmovilización social obligatoria este jueves y viernes, como medida para frenar la propagación del coronavirus (COVID-19) pese a ser feriados por semana santa.
El Ejecutivo Martín Vizcarra oficializó su decisión a través de un Decreto Supremo publicado en una edición extraordinaria en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, destacó el diario El Comercio.
Según las autoridades, los días 9 y 10 de abril, Jueves y Viernes Santo, respectivamente, la inmovilización social obligatoria regirá en todo el territorio nacional durante todo el día.
Hasta el momento hay dos mil 561 contagiados de coronavirus en Perú y 92 muertos.
El coronavirus ha dejado hasta el momento en el mundo un millón 348 mil 184 contagiados y 74 mil 816 muertos.
Duterte amplia cuarentena
Por su parte, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, aprobó este martes extender la cuarentena estricta y el cierre de toda la isla de Luzón hasta el 30 de abril, para contener la propagación de la pandemia COVID-19.
El 17 de marzo, Duterte ordenó la cuarentena en la mayor isla del país, donde viven unos 57 millones de personas, más de la mitad de la población filipina, con vigencia hasta el 12 de abril, justo después de la Semana Santa.
“Me inclino a la extensión de la cuarentena hasta el 30 de abril”, dijo el mandatario en un discurso televisado, reportó la emisora ABS-CBN News.
La extensión le daría al gobierno filipino suficiente tiempo para mejorar su respuesta de salud pública y prepararse para una “nueva normalidad”, dijo el secretario del gabinete Karlo Nograles, portavoz del grupo de trabajo interinstitucional.
Filipinas busca retrasar el “pico” de su lucha COVID-19 o el “peor de los casos” hasta 2021 con la esperanza de que los expertos médicos puedan encontrar una vacuna para la enfermedad en ese momento, explicó Nograles.
Hasta el momento, Filipinas ha confirmado tres mil 660 casos de contagio y 163 muertes, cifras que suben cada día a medida que el país incrementa su capacidad de realizar pruebas de diagnóstico.