- Nueva agencia de noticias; el gobierno dice que “no sirven”
- Por José Antonio Aspiros Villagómez
RedFinanciera
El próximo 21 de febrero se cumplirán cuatro años de que estalló una huelga en Notimex, Agencia de Noticias del Estado Mexicano, que por caprichos y rencores presidenciales fue finalmente desaparecida en diciembre último.
Y en este aniversario de la huelga, los 86 sindicalizados que ya recibieron su liquidación, esperan anunciar la creación de una nueva agencia de noticias según adelantó la lideresa Adriana Urrea el pasado 15 de enero. No dijo si se sumarán al proyecto los alrededor de cien que habían presentado demandas por despido injustificado, o los 20 corresponsales extranjeros a quienes en 2019, Notimex dejó alevosa y sorpresivamente de renovarles el contrato.
Suponemos, por supuesto, que ni como una pesadilla invitarían a participar a los 64 o algo así de “trabajadores activos” (esquiroles) que fueron contratados por la también ya liquidada ex directora Sanjuana Martínez, a quien algunos articulistas o columnistas, entre ellos el antiguo director de esa agencia, Raymundo Riva Palacio, atinadamente han llamado ”la sepulturera” de Notimex.
De las revelaciones que hizo Martínez en dos artículos a través del diario La Jornada (y que según nos contaron, el presidente le pidió a la directora del periódico que ya no publicara el tercero), los informadores y comentaristas de los medios sólo han destacado y dado seguimiento a su delación sobre el 20 por ciento de las liquidaciones para ella y su gente, que supuesta o realmente le pidieron en el gobierno para la campaña de la candidata presidencial oficialista.
Ese chisme ya provocó hasta una denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales y el resto de su testimonio pasó al olvido; solamente ha sido desmentida en los aspectos del conflicto laboral, por el Sindicato Único de Trabajadores de Notimex.
La agencia que formarán los sindicalizados liquidados, ya no será un medio público como la desaparecida Agencia de Noticias del Estado Mexicano, sino un medio privado, tal vez una cooperativa, y con ese perfil su propósito será entonces la rentabilidad, con lo cual no queremos menguar su probable desempeño muy profesional, pues para eso tienen ya la escuela de Notimex, donde algunos de ellos estuvieron durante muchos años.
Una agencia de Estado es otra cosa, y por eso tenía recursos del erario, más la obligación de generar ingresos propios, aunque no al grado de la autosuficiencia. En contraste, las agencias transnacionales han hecho el negocio de su vida como empresas privadas, mientras que las nacionales, con o sin alcance internacional, tienen subvenciones porque cumplen con la función de operar con la visión de sus países y sociedades acerca de los acontecimientos noticiosos.
Eso era Notimex. Cuando se fundó en 1968, fue anunciada como “la imagen de México en el mundo”, es decir, su papel era dar a conocer las noticias con una óptica mexicana para contrarrestar las versiones de agencias extranjeras, que aunque suene a ‘cliché’ destacan más lo negativo de cuanto ocurre en el mundo, como es el caso de terremotos, cuartelazos, guerras, avionazos y otras calamidades. Eso vende más.
Para Notimex, sin soslayar todo ese tipo de noticias su tarea era informar al mundo de lo que ocurría en México en todos los campos del quehacer humano: política, economía, cultura, deportes, espectáculos, educación, etcétera. Y a la vez, informar a México de lo que hacían dentro y fuera del país todo tipo de instituciones y figuras de interés público. Para eso llegó a tener oficinas regionales en el país y afuera con una decorosa red de corresponsales, además de sus reporteros y mesas de redacción en la capital.
Desde luego difundía boletines oficiales, de lo cual se le acusaba como si los medios privados no los publicaran también (y además con frecuencia los facturaban), pues los tres poderes y tres niveles de gobierno que existen son una fuente inmensa de información importante, y hubo un tiempo en que fue la principal porque la sociedad civil no estaba organizada y las organizaciones no gubernamentales que ahora son noticia, no existían.
Las agencias de noticias que hay en el mundo han demostrado con su exitosa continuidad, que es falso el argumento de que “hoy más que nunca, la labor informativa puede ejercerse sin necesidad de intermediarios como las agencias”, como se asentó en la exposición de motivos presentada por la Presidencia de la República con fecha 10 de octubre de 2023, junto con el proyecto de decreto para extinguir Notimex. ¿Estarían insinuando que deben desaparecer las decenas de agencias noticiosas a que nos referimos? ¿AP, Reuters, AFP, Efe, ANSA, Tass, Xinhua, Prensa Latina y tantísimas otras en todos los continentes, deben cerrar sus puertas?
Aun cuando, según ese documento, con los avances tecnológicos se han diversificado “las fuentes y medios que proporcionan información en tiempo real y con posibilidades de acceso casi universal”, y ahora “la sociedad (puede) acceder en forma directa a distintas fuentes de información y a producir sus propios contenidos informativos”, en ello no se toma en cuenta si hay o no calidad, integridad y veracidad en lo que circula por las redes y que cualquiera puede difundir sin la ética de un profesional del periodismo, que está obligado a confirmar lo que publica.
Y, además, deben tomarse en cuenta en cada caso la misión y la visión de las empresas noticiosas. Los medios públicos no son un negocio como los privados, y así lo expresamos hace 20 años en una larga disertación ante colegas guerrerenses durante un seminario organizado por el Club de Periodistas de Taxco:
“…mientras que para los medios privados la información es una mercancía que se vende mejor mientras más atractiva resulte para su clientela, para los medios públicos -al menos en teoría- esa misma información debe ser tratada y distribuida como un elemento que contribuya a enriquecer la identidad cultural de la comunidad, pero también a reflejar su diversidad. Y algo muy importante, deben evitar la difusión de rumores y contrarrestar con noticias veraces e inclusive con desmentidos, las campañas que desde el exterior pudieran distorsionar la realidad nacional.”
Dábamos por sentado que cualquier medio público existente o por existir gracias a las nuevas tecnologías, atendería esos conceptos como fue el caso de Notimex hasta 2018, según lo que hemos leído en dos magníficos libros publicados cuando Alejandro Ramos dirigió la agencia, y sin dejar de reconocer que en otros aspectos causó los problemas posteriores al consentir las imposiciones del líder sindical en esa época, quien además había maniobrado para ser vocal propietario de la Junta de Gobierno de la institución.
Tales obras fueron Las agencias de noticias en la era digital (2015) y Periodismo del siglo XXI (2017), donde se mencionaba la forma como se preparaba Notimex para afrontar operativa, tecnológica y comercialmente el reto digital, además muy competido. Ya no pudo ir más allá, porque al comenzar el actual sexenio todo se vino abajo.
Quienes anunciarán el próximo 21 de febrero su nueva agencia de noticias, conocen esos libros y no descartamos que los tendrán presentes como guías en el diseño conceptual de su empresa, a la que deseamos mucho éxito. Ojalá.
Postdata.- Lamentamos que las organizaciones gremiales no hayan abordado los hechos recientes del caso en mesas redondas, conferencias o al menos con algún comunicado. En cambio, cuando se discutió en el Congreso la iniciativa para desaparecer Notimex, la senadora Beatriz Paredes hizo una apasionada defensa de la institución. Lamentablemente no encontró eco entre los demás legisladores.
De acuerdo con la reseña del reportero Miguel Flores (14-XII-2023 https://www.infobae.com/mexico/2023/12/14/beatriz-paredes-lamenta-la-extincion-de-notimex-jugo-un-papel-fundamental/), Beatriz Paredez dijo que “Notimex, en su tiempo, fue una agencia noticiosa de avanzada que reflejó la capacidad del Estado mexicano de establecer una red que permitía desde el estilo latinoamericano, concebir la vida, proyectar las noticias de México y de nuestra región ante el mundo para no quedar perdidos o subsumidos en la información proyectada por las grandes cadenas noticiosas de las potencias universales”.
Y que Notimex había jugado “un papel fundamental para lograr que la presencia de México en el mundo fuese reconocida desde la perspectiva de los hechos”, además de que “decenas y centenares de periodistas democráticos tuvieron en Notimex un refugio y una plataforma de trabajo digno”, cuando en sus países se daban golpes de Estado o abusos de poder. ¿Algo más?
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José Antonio Aspiros Villagómez
Licenciado en Periodismo
Cédula profesional 8116108 SEP
antonio.aspiros@gmail.com