Textos en libertad

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  • Heliodoro Valle y el “Varón de Dios”
  • Por José Antonio Aspiros Villagómez

 

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Rafael Heliodoro Valle (1891-1959) fue un poeta, ensayista, periodista, historiador, catedrático y diplomático hondureño, que de manera póstuma recibió la Orden del Águila Azteca, la más alta distinción que entrega el Gobierno de México a extranjeros, como reconocimiento por sus servicios prominentes prestados a la nación.

Vivió muchos años en México antes y después de la Revolución, y con una beca oficial estudió durante el porfirismo en la Escuela Normal de Tacuba, y luego en la entonces aún no autónoma Universidad Nacional de México, donde hizo su posgrado y después fue colaborador de la Revista de esa institución, que se publica hasta la fecha.

En los años cuarenta del siglo XX alcanzó el grado de doctor en Historia por la UNAM, y fue en esa década, exactamente en 1944, cuando Ediciones Xóchitl le publicó uno de sus libros más destacados: Iturbide, varón de Dios, una documentada biografía del consumador de la Independencia, ya para entonces defenestrado por los políticos y gobernantes surgidos del movimiento revolucionario.

En coincidencia con la proximidad de las Fiestas Patrias, hicimos el valioso hallazgo de una reedición de ese libro a cargo de la prestigiada revista Artes de México en su primera época, con motivo del 150 aniversario de la Consumación, es decir, de la entrada victoriosa del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821 y la firma del Acta de Independencia del Imperio Mexicano al día siguiente.

Ese ejemplar, que data de 1971 y ostenta el número 146 ya en el décimo octavo año de publicarse la revista, ilustra su portada con la pintura de Antonio Cortés (mediateca.inah.gob.mx), o bien, anónima (relatosehistorias.mx), titulada Solemne y pacífica entrada del Ejército  de las Tres Garantías a la Ciudad de México, que es la misma reprografía que ostentan los nuevos billetes de 20 pesos.

En ella se muestra a Agustín de Iturbide a caballo, al frente de las fuerzas que pactaron el Plan de Iguala, entre ellas la del insurgente Vicente Guerrero, cuando pasan debajo de un arco triunfal a un lado de la Casa de los Azulejos, a su entrada a la que fue hasta ese día capital novohispana. En 2021, con motivo del bicentenario de tal suceso, miembros del Ejército escenificaron aquel momento histórico en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México.

Este óleo sobre tela se exhibe en el Museo Nacional de Historia (Castillo de Chapultepec). Y dice un artículo de la acreditada revista Relatos e Historias en México (# 105), que para recibir al Ejército Trigarante hubo “aclamaciones de júbilo de la multitud”, fueron adornadas las casas con motivos tricolores, los de la naciente bandera nacional, y que Iturbide recibió las llaves de la ciudad “entre aplausos, marchas militares, salvas de artillería y el repique de campanas de las iglesias de la capital”.

En cuanto al libro de Heliodoro Valle, en la versión de Artes de México dice que Agustín de Iturbide nació el 27 de noviembre de 1783, cuando en realidad fue en septiembre. Fuera de eso, por mucho que uno haya leído acerca del personaje, el relato muy amplio y documentado del historiador hondureño aporta datos poco sabidos y el impreso está ilustrado con numerosas fotografías que enriquecen más el contenido.

El título llama la atención: Varón de Dios. De acuerdo con Heliodoro Valle, un “adulador” al que no identifica, “formó con la palabra Iturbide el anagrama ‘Tu-vir-Dei’, que pronto fue parafraseado con estos versos: Tú eres el varón de Dios, / A quien tiene señalado / Para el objeto sagrado / De liberar su nación”. La rima completa se encuentra en los ‘Papeles de Iturbide’ que conserva la Biblioteca del Congreso estadunidense en Washington.

Cuando hicimos la búsqueda de la versión original del libro que nos ocupa, encontramos que todavía había ejemplares a la venta ($800.00 en libreriasdeocasion.com.mx), mientras que dos volúmenes de diferentes editores están en la Biblioteca Nacional de México, de acuerdo con datos de María de los Ángeles Chapa Bezanilla, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM. Uno es el de Ediciones Xóchitl de 1944, ya mencionado, y el otro editado en 2005 por la Universidad Pedagógica Francisco Morazán, de Tegucigalpa, Honduras.

Es recomendable una lectura desprejuiciada de Iturbide, varón de Dios por la amenidad del relato, pero principalmente para descubrir todo lo que abrevó Rafael Heliodoro Valle en sus fuentes bibliográficas, que incluyeron obras de autores como Alejandro Villaseñor, Carlos María de Bustamante, Lucas Alamán, Vicente Rocafuerte, Guillermo Prieto, Lorenzo de Zavala, Joel R. Poinsett, Francisco Bulnes y Justo Sierra, entre otros.

O como dice la investigadora Chapa Bezanilla, “la importancia de esta obra radica en su contenido y estructura”, sus capítulos “aportan extraordinarios datos para entender la conducta y personalidad de Agustín de Iturbide” y “las abundantes citas proporcionan importantes datos históricos poco conocidos” (bibliografia200y500.iib.unam.mx).