- Al relevo, con las efemérides del INEHRM
- Por José Antonio Aspiros Villagómez
RedFinanciera
A través del Diario Oficial del miércoles 4, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) recordó con una ficha informativa que este día 5 se cumplen 160 años de la “Victoria sobre el ejército francés en Puebla”.
Habitualmente, las efemérides del INEHRM son difundidas a través de la columna En las Nubes, del colega Carlos Ravelo, a quien se las envía su hijo, el abogado Jorge A. Ravelo Reyes.
Esta vez entraron al relevo los Textos en libertad, debido al receso del amigo por razones de salud. El siguiente relato, es textualmente lo que fue publicado en el Diario Oficial (“incluidos los gerundios”, protestaría Carlos Ravelo):
“El 5 de mayo de 1862 el Ejército de Oriente, comandado por el general Ignacio Zaragoza, venció al ejército francés de intervención que pretendía tomar la ciudad de Puebla y avanzar sobre la capital de la República.
“Zaragoza con 4,802 soldados se enfrentó al general Charles Latrille, conde de Lorencez, quien, con un número similar de hombres, contaba entre sus tropas con algunos de los cuerpos más destacados del ejército francés, como el de Cazadores de Vincennes, los Cazadores de África y un regimiento de Zuavos, teniendo a su favor la superioridad técnica de las armas.
“No obstante, todos los intentos por conquistar las posiciones mexicanas fueron rechazados, hasta que los franceses se vieron obligados a reconocer su derrota, retirándose del campo de batalla.
“Esta circunstancia fue comunicada de inmediato, vía telégrafo, por el general en jefe mexicano a la Ciudad de México, dando también cuenta del estimado de bajas de ambos bandos.
“Así lo manifestó el general Zaragoza: “Excelentísimo señor Ministro de Guerra: Las armas del Supremo Gobierno se han cubierto de gloria; el enemigo ha hecho esfuerzos supremos por apoderarse del Cerro de Guadalupe, que atacó por el oriente a derecha e izquierda durante tres horas; fue rechazado tres veces en completa dispersión y en estos momentos está formado en batalla fuerte de 4,000 hombres y pico, frente al Cerro, la fuerza de tiro. No lo bato como desearía porque, el gobierno sabe, no tengo para ello fuerza bastante. Calculo la pérdida del enemigo, que llegó hasta los fosos de Guadalupe en su ataque, en 600 a 700 entre muertos y heridos; 400 habremos tenido nosotros. Sírvase usted dar cuenta de este parte al ciudadano Presidente”.
“La noticia de la primera derrota del ejército francés, hasta entonces invicto, fue recibida en la capital con gran entusiasmo. Un grupo de diputados presentaron un proyecto de ley que declaraba que habían merecido bien de la patria el general Zaragoza, los generales, jefes, oficiales y soldados del Ejército de Oriente, por la defensa del honor e independencia de México en las Cumbres de Acultzingo y frente a Puebla, otorgándoles un voto de gracias de la representación nacional.
“La propuesta fue aprobada por la totalidad de los 103 diputados presentes. El 19 de mayo de 1862 Benito Juárez, como presidente de la República, promulgó un decreto concediendo una condecoración a los soldados que combatieron en favor de la República.
“Días después de la muerte del general Ignacio Zaragoza, un nuevo ordenamiento le otorgó su nombre a la ciudad que defendió. El 4 de diciembre de ese año, en el Fuerte de Guadalupe, se levantó un templete donde, uno a uno, subieron los soldados para recibir la medalla que el presidente Juárez prendió en su pecho. En esa ocasión, se realizó la primera representación de la batalla.
“El 5 de mayo se utilizó como símbolo de la resistencia republicana contra la intervención francesa. El triunfo alcanzado en Puebla logró retrasar por más de un año el avance de la invasión francesa que, en 1863, para conquistar la capital poblana, tuvo que recurrir a una fuerza cinco veces mayor a la empleada el 5 de mayo de 1862.
“Además de su importancia militar, la victoria de las armas nacionales en aquella jornada, fortaleció el ánimo de las fuerzas republicanas y la resistencia nacionalista de la población, que se mantuvo hasta 1867, cuando los enemigos de la República fueron derrotados de forma definitiva.
“El 5 de mayo es uno de episodios más destacados de la historia militar mexicana y es una de las fechas cívicas centrales de nuestro calendario, celebrada por los mexicanos dentro y más allá de nuestras fronteras. Día de fiesta y solemne para la Nación. La Bandera Nacional deberá izarse a toda asta.”
Hasta aquí lo que publicó el INERHM, que al parecer omitió referirse en su momento (155 aniversario en 2022) a otra batalla importante en Puebla: la del 2 de abril de 1867, con la que comenzó el declive militar del emperador Maximiliano. Esa fecha fue de las más trascendentales que se conmemoraron en México desde entonces y hasta el triunfo de la Revolución, ya que estuvo al frente de las fuerzas republicanas el general Porfirio Díaz, a quien se conoce como el Héroe del 2 de Abril.
Cuando se cumplieron 150 años de ese triunfo, en 2017, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla lo celebró con el coloquio ‘Puebla en la restauración de la República’ y fue orador el presidente del Consejo de la Crónica de la entidad, Pedro Ángel Palou Pérez.
En Texas, la fecha es motivo de importantes celebraciones hasta la actualidad -nos recuerda la Gaceta UNAM, (4-V-20)- porque allí nació Zaragoza cuando ese territorio era mexicano. Y en el Centro Histórico de la Ciudad de México, una elegante avenida con un bar y una dulcería famosos, por decreto de Benito Juárez lleva el nombre de Cinco de Mayo; une la Plaza de la Constitución con el Palacio de las Bellas Artes y para ampliarla fue necesario tirar el Gran Teatro Nacional, o Teatro Santa Anna.
En cambio, en el Centro Histórico sólo existe, en el olvido, una modesta calle de nombre Dos de Abril, que desemboca a la avenida Hidalgo cerca de un teatro del Seguro Social y del mercado homónimo junto a una cantina que frecuentaban -nos dice Chilango.com- artistas del Teatro Blanquita como Cornelio Reyna, Juan Bustos, Bienvenido Granda y el Piporro.
Por razones más ideológicas que históricas, a Porfirio Díaz se le han negado algunos reconocimientos. Salud, amigo Carlos Ravelo: una a la una.