Textos en libertad

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  • Cumplen 15 años los Textos en libertad
  • Por José Antonio Aspiros Villagómez

RedFinancieraMX

Es una pena que la agencia Notimex cumpla este 20 de agosto 53 años, en las condiciones que la tienen.

Entre 1976 y 2018, asistimos a la mayoría de sus festejos de aniversario

         Ojalá que con la aquiescencia de los lectores, hemos decidido dedicar estas líneas a expresar nuestro asombro porque, el 22 de agosto, los Textos en libertad cumplirán ya 15 largos años de haber iniciado su andadura. Tres lustros que son la cuarta parte del tiempo que hemos dedicado a la tecla para los medios de información.

         Es probable que durante ese tiempo, el género periodístico que más hayamos atendido sea el de los artículos de opinión y de divulgación, sin que ello implique haber descuidado la noticia, el reportaje, la crónica, la entrevista, la reseña y otros.

         De hecho los primeros textos, que datan de 1960, fueron artículos, pues el reporteo cotidiano vino después y duró alrededor de cuatro lustros, ya que la vocación, expectativas, oportunidades y capacidades andaban por otros caminos, en jefaturas, salas y mesas de redacción.

         En alternancia con muchas otras encomiendas periodísticas, en la agencia informativa Notimex escribimos artículos también durante 15 años, primero de divulgación y contexto al frente del área de Servicios Especiales (1981-1992) y luego de opinión para la Subdirección Editorial (2002-2006) con buena acogida por parte de los suscriptores, y los hicimos además para el diario El Nacional (1985-1987), la revista En Todamérica (1978-1993) y otros medios, junto con diversos reportajes.

         En agosto de 2006 cesamos por voluntad propia (un tanto obligada por la censura) las colaboraciones semanales para Notimex y las trasladamos a diversos sitios digitales y medios impresos que han variado en los tres lustros transcurridos, ya con el nombre de Textos en libertad.

         Resulta que, como nos separamos formalmente de Notimex en 2004, cuando aún había el programa gubernamental de retiro voluntario, convenimos con el director general Enrique Aranda continuar como articulistas y la promesa de un pago “cuando haya dinero”, que nunca hubo; más bien, por ese tiempo dejaron de renovarse los contratos de otros colaboradores de la agencia, a quienes se dio la opción de seguir enviando sus artículos, pero ya sin retribución alguna. Al final, el servicio fue cancelado.

         Entre 1996 y 2004, cuando este tecleador tuvo a su cargo la Coordinación del Consejo Editorial que luego derivó en Subdirección Editorial, durante los primeros cinco años hubo un número considerable de articulistas con sus respectivos honorarios, como continuación de un servicio de opinión que habían iniciado en 1982 el entonces director general Miguel López Azuara y su coordinador del servicio editorial Joel Hernández.

         Salvo una pausa obligada por una operación de la retina en mayo de 2006, todo iba bien con nuestros artículos hasta ese año pero, como hubo elecciones presidenciales, cuestionamos los resultados en un texto que, por instrucciones superiores, no lo publicó Notimex. Luego hicimos otro sobre versiones de que el nuevo gobierno privatizaría la UNAM, y tampoco gustó. Para entonces el director de la agencia ya era Aurelio Bueno, a quien no conocimos. Es preciso recordar que en ese tiempo, el gobierno federal -del que dependía formalmente Notimex- había emanado del Partido Acción Nacional.

         Había llegado el momento de dejar de escribir para Notimex y sólo entregamos una colaboración más, que sí fue aceptada y era la que necesitábamos para cumplir 30 años en esa empresa, a la que ingresamos el 5 de agosto de 1976. En los últimos dos párrafos de ese artículo difundido el 9 de agosto de 2006 y titulado ‘El último  aniversario’ (el nuestro y el de la propia Notimex porque pasó de agencia oficial a agencia del Estado), nos despedimos de los lectores.

         Pero era obligado no dejar la tecla, ¿qué hacer? Teníamos suficientes contactos a los cuales enviarles nuevos artículos, pero ya no con el sello “Notimex” sino con uno nuevo y personal que, luego de plantearnos varios nombres lo dejamos como Textos en libertad y sin periodicidad fija. El primero, del 22 de agosto de hace 15 años, estuvo dedicado a comentar la presentación del libro Manco y loco, ¡arde! La historia que no se ha escrito, del periodista y poeta chiapaneco Roberto López Moreno.

         Se cumplen también 15 años de que el tecleador no percibe pago alguno por estas colaboraciones ciertamente no solicitadas por quienes las publican, pero el tiempo dedicado, los insumos, energía eléctrica, equipo y obras de consulta para lo que escribimos, tienen su costo.

         Sin embargo sabemos que los Textos en libertad y su columna hermana Lecturas con pátina, han tenido buena recepción y difusión en varios sitios del país a donde se envían, y también de parte de lectores directos por correo electrónico, aunque ya no son tantos desde 2019 cuando Google nos bloqueó los envíos masivos y fue necesario crear dos grupos de destinatarios, en los cuales solamente una parte menor de los convocados, aceptaron la invitación para registrarse. En muchos casos, el colega y amigo Carlos Ravelo y Galindo ha reproducido a su manera nuestros escritos en su columna En las Nubes, lo que representa una doble difusión.

         Con frecuencia -y tan pronto como 2007- le ha surgido al tecleador la tentación de poner fin a los Textos en libertad y así lo ha dicho algunas veces, que han sido cuando llegan respuestas muy agradecibles de amistades y colegas con avisos de que sí los leen o publican en sus medios, en algunos casos cuidadosa y profesionalmente ilustrados, y con eso basta de momento para seguir adelante, aunque quién sabe por cuánto tiempo más.

         Entre tanto ya están casi listos los Textos en libertad que serán difundidos desde este agosto con motivo del bicentenario de la Independencia de México. Y que, a pesar de su simplicidad aparente, prepararlos nos demandó -y los lectores diligentes se darán cuenta- muchas horas de lecturas, documentación y consultas, cuya ganancia fue que de esa manera se enriqueció nuestro aprendizaje personal con mucho más de lo que quedó escrito.

Gracias a todos por aceptar y leer los Textos en libertad.