- Altas notas, pero de panzazo
- Por Roberto Cienfuegos J.
RedFinancieraMX
Poco de interés genuino y/o nuevo dijo el presidente López Obrador en su discurso ayer para conmemorar su avasallante triunfo electoral en julio de hace tres años. Si, acaso, lo novedoso fue la encuesta hecha por encargo de su propia gestión para saber cómo va su gobierno en opinión del pueblo bueno y sabio. “Estamos bien calificados”, argumentó el mandatario en su casa, el Palacio Nacional.
No nos dijo López Obrador quién hizo esa encuesta. Apenas reveló que hace tres días terminó ese sondeo telefónico nacional que ellos, es decir, su gobierno, aplicaron. Valdría la pena que se nos informara quién hizo esta encuesta, no vaya a ser que también se le haya pedido al Ejército o a cualquier otra arma de las fuerzas armadas del país que la levantaran. Esto debido a las tantas incursiones en las que las fuerzas armadas nacionales andan metidas. Pero bueno, eso sería otra historia y no ésta.
El presidente compartió algunas preguntas y respuestas de esa encuesta, en donde se anota una calificación de 6,7 para el gobierno que él encabeza, casi un panzazo. Pero al menos pasan casi con la mínima aprobatoria.
Entre las preguntas y respuestas que nos compartió, llaman en especial la atención las consultas sobre si se está de acuerdo con ese cambio, el de la Cuarta Transformación, claro, y la relacionada con si se desea que el mandatario prosiga su mandato hasta el 2024.
En el primer caso, dijo la encuesta nacional, el 72.4 por ciento de los consultados se pronunció a favor de que López Obrador termine su gestión. Abrumador apoyo, sin duda. De ser cierto este dato, bien haría entonces el gobierno en cancelar el referéndum previsto en 2022 a fin de destinar los fondos pecuniarios que están previstos en esa votación para fines más útiles, necesarios y aun urgentes. Es difícil que en los pocos meses que faltan para esa consulta cambie o se modifique sustancialmente la opinión que según el presidente se tiene al respecto. ¿O no?
La otra respuesta que también llama la atención es la relacionada con el apoyo al cambio de la Cuarta Transformación. Resulta que el 87.4 por ciento de los encuestados respalda el cambio proclamado por el presidente.
Ambas cifras, en dos temas críticos para el gobierno, son las más altas que arroja la encuesta de autoría desconocida, al menos hasta ahora, y de la que sólo se nos informó fue hecha “por nosotros”, el gobierno, se colige.
Otras cifras o datos que revela la encuesta se relacionan con la situación económica actual, en la que un mayoritario 42.9 por ciento considera que ésta se mantiene igual respecto al año pasado. Rara opinión que concita suspicacia, en particular luego del embate del Covid-19 y su desastrosa herencia en mermas económicas, empleos, ingresos, desplome de la actividad económica y comercial, inversiones y, peor aún, vidas. ¿Sigue igual la economía hoy que en 2020 para casi el 43 por ciento de los sondeados? Mmh. Rarísimo para decir lo menos. A menos que la encuesta se haya practicado entre los mendigos “fifis”, que ni sufren ni se acongojan gracias a que poseen fortunas de más de 500 millones de dólares, según cálculos hechos hace unos días por el propio López Obrador.
Más todavía: a la pregunta sobre cuál cree que será su situación económica en 2022, échese esta respuesta: 38.4 por ciento asume que será mejor, y esta otra: 26.8 por ciento asume que se mantendrá igual y un minoritario 23.2 opina que será peor. En este último caso, habría que agregar que quienes así contestaron deben ser opositores, adversarios, esos que se oponen al impulso transformador que emociona e inspira al país, o simplemente a esos eternos amargados, a los que ningún chile les embona para decirlo en términos peñanietistas. Allá ellos con su acides de siempre.
Pero póngase cómodo y siéntase aliviado con la siguiente respuesta que resume el ánimo nacional y le da fuerza a la transformación. El 41.4 por ciento está seguro de que al término del sexenio, la situación del país será mejor. Así, como lo lee. Un 23.9 por ciento prevé una situación idéntica, asumo que antes de que iniciara este sexenio, y el 26.9 por ciento supone que la situación será peor que antes, otra vez una cifra menor comparada con las dos primeras. Así que los porcentajes indican que la 4T va viento en popa o a todo dar como acaba de decir el inefable Manuel Bartlett Díaz, si, el ex priista y ex petista que encabeza como flamante e intachable director la Comisión Federal de Electricidad. Vaya pues la cosa.
Ah y a propósito de corrupción, déjeme mencionar la opinión en esa materia, cosa del pasado, claro, de los de antes, y ajena a esta administración, en donde según la encuesta citada por el presidente, el 43 por ciento considera que es menor en este sexenio comparada con el anterior, contra un 19.7 por ciento que la cree mayor y el 33.3 por ciento que la considera igual. En conjunto, la mayoría -43 por ciento- asume que el mayor cáncer nacional como lo ha juzgado el presidente, es menor. Otro triunfo, pues.
Un par de datos adicionales. El 64.7 por ciento de los encuestados dijo que el gobierno de AMLO si representa un cambio importante y un abrumador 87.4 por ciento dijo que está de acuerdo con ese cambio. La pregunta asoma obvia: ¿Para qué entonces desgañitarse cada mañana contra un núcleo social minoritario -menos del 13 por ciento- que el presidente juzga fifis, corruptos, neoliberales, entre otros epítetos que ya generan fatiga al escuchar casi cada mañana? Insisto: si casi el 90 por ciento de los encuestados respalda el cambio de AMLO, para qué preocuparse, descalificar, estigmatizar a aquellos que casi nada representan en el escenario nacional?
Una nota regular, sin embargo, tuvo el artífice central de todas estas notas positivas. El presidente apenas pasa de panzazo con un promedio de 6.7 por ciento. Raro otra vez. Es como aprobar todas las materias de un semestre con calificaciones predominantemente altas y resultar con un promedio que no llega ni al siete. Rarísimo otra vez.
En fin, resume el señor presidente, “estamos bien calificados, pero aspiramos a convencer a más gente que lo mejor para todos es elevar a rango supremo la honestidad y hacer gala, sentirnos orgullosos, de la gran reserva de valores culturales, morales y espirituales que heredamos de nuestros antepasados. Esa es la grandeza de México. Bueno, si él lo dice y lo avala una encuesta…
@RoCienfuegos1