- Lo que pasa y lo que viene
- Por Roberto Cienfuegos J.
RedFinancieraMX
Aún no comienzan de manera formal las campañas políticas rumbo a las elecciones del seis de junio próximo, pero el preámbulo de éstas, lo que está en curso pues, por la disputa del poder y las canonjías que lo acompañan, anticipa un escenario de pronóstico reservado para el país. Y aún antes de que inicie la batalla electoral este cuatro de abril, monitoreos periodísticos indican que al menos medio centenar de actores políticos fueron asesinados entre septiembre y este mes de marzo. Entre las víctimas fatales figuran al menos 14 aspirantes a cargos electorales.
Por algo fue y es que a principios de este mes, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la secretaria de Seguridad, Rosa Isela Rodríguez, anunciaron un plan de protección a candidatos en el proceso comicial.
“Vamos a presentar un plan para darle protección a candidatos, que no los amenacen, no los agradan, no los intimiden, no los obliguen a declinar por amenazas, por intereses, por todo esto que se presenta en procesos electorales”, dijo el mandatario.
Sin embargo, en los últimos días, preámbulo de la guerra electoral que cobrará vida, fuerza e intensidad, constatamos episodios, calificativos y hechos que alarman y que pronostican un ambiente electoral crítico, que esperamos no signifique una escalada de violencia aún peor de la que registramos con el alto número de asesinatos de actores políticos y la que prefigura aún el discurso político incendiario, descalificador y amenazante de estos días.
El propio presidente recién calificó al Instituto Nacional Electoral, el supremo organismo comicial del país, como el “máximo poder conservador”, al decidir -según el mandatario- quién es o no candidato. Habrá sectores del país que coincidan con López Obrador y otros, que por el contrario, disientan de los conceptos presidenciales como parte del clima cismático que prevalece en México, pero el hecho concreto es que este tipo de aseveraciones desde el mando del ejecutivo federal, poco o nada contribuyen a un proceso electoral que debería transcurrir en sus cauces y sin exacerbar el encono nacional y, peor aún, la pugna por el poder.
El presidente también dijo en otra mañanera de estos días, que está en curso una estrategia para impedir que su partido, Morena, ratifique su mayoría en la Cámara de Diputados. Desde Palacio Nacional, López Obrador dijo que en esa estrategia participan dueños de periódicos, Claudio X. González y Enrique Krauze, éste último convertido en el villano favorito del presidente, y a quien cita con relativa frecuencia en las mañaneras.
A este conflicto potencial se sumó la decisión del propio INE de cancelar casi un centenar de candidaturas de Morena, entre ellas y las más notables la del abanderado al gobierno de Guerrero, Félix Salgado Macedonio y del competidor por igual cargo en Michoacán, Raúl Morón.
Fiel a su estilo, Salgado Macedonio se saltó la cerca con las declaraciones que hizo apenas trascendió la medida del INE en su contra, al retar y advertir que le avisen si quieren elecciones en ese estado porque él de cualquier forma será gobernador. A su orden, decenas de simpatizantes se movilizaron en una advertencia clara de lo que están dispuestos a hacer si “El toro”, como llaman a Félix, no es candidato y gobernador por supuesto.
Para atizar el fuego político que ya se siente en el país, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, también dijo que éste movimiento responderá al INE en su mismo terreno y advirtió que darán la batalla. Dijo que acudirán al órgano electoral del Tribunal Electoral, las Cámaras, los medios, las redes, las urnas y en las calles. Un grito de guerra, claro.
Y por si fuera poco, el diputado por Morena e ícono de la política mexicana, Porfirio Muñoz Ledo, también entró con todo a la contienda verbal de índole electoral, al considerar corrupta y artera la campaña que según él, Delgado ha desatado para impedir a toda costa su reelección como diputado federal. Lo que faltaba. Ahora imagine lo que está por venir.
@RoCienfuegos1