- Tragedia y política
- Por Roberto Cienfuegos J.
RedFinancieraMX
En poco tiempo más se cumplirá un año, si, un año, de la matanza de nueve miembros de las familias Miller, LeBarón y Langford. El ataque fue perpetrado con armas de alto poder el 4 de noviembre de 2019 en un punto conocido como La Mora fronterizo entre los estados de Sonora y Chihuahua. La masacre, acompañada del incendio y reducción a cenizas de varios vehículos, costó las vidas de seis niños y tres mujeres. Entre los fallecidos, hubo tres bebés, dos de ocho meses y uno de 2 años. Aunque con heridas de diversa gravedad, salvaron la vida otras siete personas. El ataque dejó al menos 20 niños huérfanos, y se atribuyó a grupos criminales.
En un mes más se cumplirá como dije un año de este hecho, que conmocionó a México y buena parte del mundo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó entonces los hechos, manifestó su apoyo a las familias enlutadas y prometió justicia para castigar a los responsables de estos crímenes abominables. Su colega estadunidense, Donald Trump, ofreció de inmediato ayuda al gobierno de México para acabar con estos “monstruos”, responsables de matanza tan atroz.
Dijo entonces Trump, que su país estaba listo y dispuesto para “hacer el trabajo de manera rápida y efectiva”. López Obrador agradeció la oferta y la rehusó.
En la víspera, López Obrador visitó Sonora, en particular la comunidad de Bavispe, para reunirse con miembros de las tres familias que casi un año después de sufrir la pérdida de sus seres queridos, siguen en espera de que su tragedia no sume impunidad. El presidente insistió en que se hará justicia y que hay avances en las investigaciones. Anticipó además que el 15 de diciembre volverá a Sonora para tomar parte de la inauguración de un monumento en memoria de las víctimas.
Lo que es prácticamente un hecho es que el titular de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo, quien también prometió justicia hace casi un año, pronto dejará el cargo para aspirar a la gubernatura de Sonora. Menos de siete días después de la masacre, Durazo confirmó la detención de varios presuntos involucrados en la masacre y la participación de agentes del FBI en las investigaciones con base en acuerdos bilaterales de cooperación entre los dos países y con respeto total a la soberanía mexicana. Ni modo, Durazo se perderá la conclusión de este caso que cimbró por unos días la conciencia mexicana e internacional.
Durazo puede sentirse tranquilo y aspirar a un nuevo cargo, un ascenso sin duda en su carrera política. Apenas la víspera recibió el poderoso aval del presidente, quien lo acaba de elogiar y calificar como un “auténtico servidor de primer orden, un profesional y una gente honesta”. Dijo que Durazo “es el que coordina el gabinete de seguridad, aunque yo estoy aquí todas las mañanas, yo estoy recibiendo el informe y quien coordina todas las secretarías es Alfonso Durazo. Me ha ayudado mucho, por eso aquí en Bavispe, quiero hacerle este reconocimiento”.
En vísperas de su visita acompañando al presidente a Sonora, Durazo confirmó sus aspiraciones de gobernar Sonora, su tierra natal. Pronto dejará el cargo de titular de la SSPC. Cuando se marche a hacer campaña para la gubernatura sonorense, asumo que lo hará con tristeza por el pesar que sienten las familias Miller, LeBarón y Langford, atormentadas por el dolor de la masacre, pero contento y, más aún, satisfecho, por los excelentes conceptos que emitió el presidente sobre su persona y gestión.
“Por respeto a la memoria de las víctimas estamos comprometidos a hacer justicia por las víctimas”, dijo Durazo en Sonora, donde pronto iniciará campaña en pos de la gubernatura.
@RobertoCienfue1