Se dispara la inflación en EU y bajan petroprecios ante la amenaza de recesión

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  • Tiemblan mercados por el 9.1% de alza en precios de junio, un nuevo máximo en 40 años
  • El barril de crudo WTI se coloca en 95.66 dólares ante deslizamiento de la demanda

RedFinanciera

La inflación estadounidense de junio en Estados Unidos resultó peor de lo temido, al alcanzar un nuevo máximo en 40 años del 9.1%, lo que desconcertó a los mercados y reforzando las expectativas de nuevos aumentos agresivos de las tasas de interés de la Reserva Federal.

El precio del petróleo se desplomó, con un WTI en 95.66 dólares por barril y retroceso en mercados bursátiles ante la perspectiva de recesión y destrucción de la demanda para el resto del año.

Las bolsas de Europa se desizaron durante la jornada del miércoles. El índice FTSE 100 bajaba 1.11%, el DAX perdía 1.77%, el Euro Stoxx 50, bajaba 1.85%, el CAC 40 ganaba 1.65%. El IBEX 35 de Madrid perdía 1.43%.

De acuerdo con datos de la plataforma de inversión multiactivos eToro, las bolsas en Estados Unidos se cayeron en la apertura con un Dow Jones perdiendo 0.84%, el S&P500 0.84% y el Nasdaq 0.74% en los primeros 15 minutos de negociaciones

Sin embargo, los analistas suponían que hay rayos de esperanza con observar una tercera caída consecutiva en la inflación subyacente al 5.9%.

Las recientes caídas en los precios del petróleo y los productos agrícolas, junto con una disminución en las tarifas aéreas, brindan esperanza de que estemos cerca del pico de la inflación general. Los precios de la energía y los alimentos han liderado las presiones inflacionarias, subiendo un 41.6% y un 10.4%.

La inflación es el número más importante en los mercados globales en este momento, impulsando todo, desde el número probable de aumentos de las tasas de interés hasta la probabilidad de una recesión y los riesgos para las ganancias de las empresas.

La inflación de EU es demasiado alta y la Fed se mantendrá agresivamente al frente para combatirla, con un gran aumento del 0.75% en su próxima reunión del 27 de julio. Pero los primeros indicios de una disminución de la presión inflacionaria dan alguna esperanza de que se ponga fin a las alzas drásticas de las tasas de interés y se fortalezcan los mercados financieros para Navidad.

Carrera entre la inflación y la recesión

La inflación alta y “pegajosa” en EU y Europa está impulsando a los bancos centrales a adoptar una línea dura. Hay que recordar que comenzaron tarde a combatir la amenaza de inflación y por ello hoy están aumentando las tasas de interés a un ritmo tan pronunciado y provocando una desaceleración económica.

Cuanto más dure esto, más probable será una recesión. Los amortiguadores actuales (consumidores y empresas resilientes) no son insuperables.

Los mercados están en una carrera de alto riesgo entre una inflación más baja y una recesión. Una caída de la inflación en la segunda mitad de 2022, con el fin de las alzas de tasas de la Fed, sería el gran catalizador del mercado. Hasta entonces, tendríamos tan sólo un repunte del mercado bajista y, en el mejor de los casos, una recuperación en forma de U. Nos mantenemos invertidos pero posicionados a la defensiva.

Las preocupaciones sobre la inflación están superando, atinadamente, a las de la recesión. La primera impulsa a la segunda. Esto se ve claramente en nuestra última encuesta global de inversionistas minoristas, y en las tendencias de búsqueda de Google.

Las búsquedas de inflación dominan en la mayor parte del mundo, alrededor del doble de las de recesión. Pero EU es un caso atípico notable, con niveles más similares de búsquedas de recesión. Estos ahora están funcionando a niveles que solo se vieron en las recesiones económicas reales de 2008 y 2020.

Los mercados están descontando un aumento más pronunciado de las tasas de interés de EU, del 0.75% en la reunión del 27 de julio, seguido de dos aumentos consecutivos adicionales del 0.50%.

Esta es una estrategia continua y radical de la Fed para recuperar la iniciativa y la credibilidad de la lucha contra la inflación. Esto pone el pico en las alzas de tasas alrededor de Navidad, seguido de un período de espera vigilante antes de que comiencen los recortes de tasas a mediados de 2023.