Se desborda la deuda pública

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  • Alcanzará 15.5 billones de pesos al final de 2023
  • En riesgo la salud de las finanzas públicas

RedFinanciera

El sector privado del país advirtió que la salud de las finanzas públicas está en riesgo, porque con base en cifras oficiales del presupuesto, el saldo de la deuda pública alcanzará 15.5 billones al final de ese año y será 47% mayor a la de 2018.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) subrayó que la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos 2023 sin mayores modificaciones en sus resultados agregados, como ya se tenía previsto y que la disponibilidad de recursos para sufragar el nivel de gasto deja muchas preocupaciones en cuanto la sostenibilidad de los ingresos recurrentes de recursos del sector público.

En su análisis semanal, el CEESP precisa que está latente el riesgo de insuficiencia de los ingresos fiscales en el futuro próximo y que por ello el gobierno tendría que incurrir en mayor deuda pública -que es ya muy elevada- o reducir gasto público, lo que muy probablemente no ocurriría en los programas insignia de la administración y en otros que deberían ser prioritarios dadas las necesidades evidentes del país y de la población, como salud, educación, seguridad pública o inversión distinta a la del Tren Maya-, entre otros.

El sector privado señala que en el dictamen aprobado, la asignación de recursos del presupuesto fue ligeramente modificada respecto a los proyectos del Ejecutivo y de las entidades autónomas.

Se agrega que si bien las reasignaciones respecto a los proyectos de gasto no ponen en riesgo el balance general -aprobado previamente en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF)- sí privilegian nuevamente a los programas prioritarios para la administración.  Especialmente a los que son activos políticos importantes, con vistas a la contienda electoral del 2024.

Agrega el CEESP que los proyectos de inversión favoritos de la administración no cuentan con evidencia de rentabilidad social y los programas privilegiados de gasto corriente carecen de incentivos para la movilidad social y para combatir la preservación de la pobreza.

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) aprobado se reasignaron 6,438 millones de pesos (mp), en recortes de los proyectos de los ramos autónomos, para dirigirlos casi en su totalidad (6,432 mp) al gasto de la Secretaría del Bienestar, que aloja los principales programas de transferencias directas de recursos a la población.

Se comenta que aun cuando el discurso oficial afirma que salud de las finanzas públicas es robusta, existe el riesgo inminente de que, con la aprobación del paquete económico, las finanzas públicas se tornen insostenibles.

Y aclara: “Ello implica que, aunque se argumente que en la fotografía del presente las finanzas públicas parezcan saludables, desde un punto de vista dinámico, en el tiempo, no lo sean”,

Se puntualiza que, entre algunas señales de ello, están:

– La debilidad de las fuentes de ingreso fiscal recurrentes a futuro

– El cada vez mayor costo del servicio de la deuda pública (que en 2023 ocupará el 13% del gasto total y superará en casi tres veces los recursos destinados a la Secretaría del Bienestar, que es la entidad gubernamental que mayores recursos recibe (415 miles de millones de pesos)

– La rigidez que en los hechos adquieren los programas de transferencias directas a la población sin condiciones.

– El elevado ritmo del endeudamiento público.

Respecto a esto último, el CEESP destaca que el comportamiento de la deuda pública es la conclusión de la evolución de las finanzas públicas y que “no sólo es falso que no ha habido endeudamiento, sino que no se puede sostener que éste es muy significativo”.