Se cumple con AMLO el vaticinio del sexenio perdido

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  • El PIB apenas será de 1%, la inflación no cumplirá su objetivo
  • Heredará finanzas públicas frágiles, nivel histórico de duda y un Pemex, resquebrajado
  • Por Gerardo Flores Ledesma

RedFinanciera

En el ocaso de su administración, Andrés Manuel López Obrador cargará sobre sus espaldas la autoría de haber dejado el menor crecimiento económico registrado desde 1982, con una estimación de 1% del PIB sexenal; dejará una cifra de inflación que no cumplió su objetivo y heredará finanzas públicas frágiles a partir del 2025.

En un análisis sobre los números del sexenio perdido, como le llaman así los expertos de Intercam, se prevé que AMLO obsequiará a quien llegue al Poder Ejecutivo muchos problemas en la parte del gasto, ya que la redistribución de los programas sociales es una bomba de tiempo, mientras que el tema de pensiones y jubilaciones requerirá de acciones inmediatas, porque ya representan el 4.1% del PIB o el 16% del gasto total.

AMLO pasará a la historia como el presidente mexicano que más endeudó al país en los últimos 3 sexenios, ya que la deuda interna la elevó en 69% al adquirir compromisos por 6.25 billones de pesos.

El caso de Pemex será una constante en las críticas al gobierno de López Obrador, porque hasta el marzo de 2024 la petrolera había perdido cerca de 870 mil millones de pesos en refinación y la producción promedio de petróleo cayó a un millón 1,573 miles de barriles diarios, desde 2 millones 182 mil barriles diarios en el sexenio anterior.

Cabe destacar que Pemex no arroja rentabilidad a pesar de que en 2023, por ejemplo, el costo promedio de producción de un barril de crudo fue de 14.50 dólares, mientras que el precio promedio de mercado de cada tambo de mezcla mexicana fue de 71 dólares.

En su documento, los analistas de Intercam exponen que este sexenio posiblemente sería el más bajo desde que Miguel de la Madrid fue presidente, ya que de acuerdo con las cifras reales al primer trimestre del 2024 y estimados para el resto del año, la economía de México habrá crecido 1.0% promedio anual compuesto (CAGR 6 años), que se compara con el 1.9% de Enrique Peña; 1.4% de Felipe Calderón; 1.8% de Vicente Fox; 3.5% de Ernesto Zedillo; 4.0% de Carlos Salinas, y 0.1% de Miguel de la Madrid.

Si medimos el PIB per cápita, una medida sencilla que indica cuánto dinero le tocaría a cada mexicano si dividimos el PIB en partes iguales, para nuestro país, el sexenio de López Obrador apenas logra que el PIB per cápita crezca en 0.14%, sólo por arriba de la caída que tuvo Calderón en -0.13% y Miguel de la Madrid en -2.09%.

Al de López Obrador se le empieza a denominar el sexenio perdido en materia económica por sus resultados: El PIB per cápita no creció; el dinamismo es inferior al crecimiento del empleo (1.6%) y al de la población económicamente activa (1.5%), lo que sugiere que la productividad total de los factores fue negativa durante todo el sexenio.

FINANZAS PÚBLICAS

Se apunta que a partir de 2024, el manejo de las finanzas públicas tuvo un revés. La política fiscal originará un déficit de 1.4% en el balance primario y 5% en el balance público tradicional, muy diferente a la prudencia observada en los primeros cinco años.

Los números del balance primario no son diferentes a los promedios de los sexenios anteriores ya que para EPN el déficit fue 0.1% para FCH un superávit de 0.3%, pero en el balance público tradicional, el deterioro es mucho mayor porque el gobierno de AMLO presenta el nivel más elevado desde la administración de Zedillo con un déficit de 3.1%.

Ello refleja las vulnerabilidades de cara a la siguiente administración.

PROGRAMAS SOCIALES, BOMBA DE TIEMPO

En la parte de los gastos, la redistribución de los programas sociales puede originar una bomba de tiempo. De acuerdo con las cifras del cierre del 2023, los servicios personales (burocracia) representaron el 4.8% del PIB o 19% del gasto total) y a pesar de los topes en los salarios, solo han disminuido 0.2 puntos porcentuales desde que inició este gobierno.

El rubro de pensiones y jubilaciones es más preocupante, porque además de su tendencia franca de alza, ya representa el 4.1% del PIB o el 16% del gasto total.

Los programas sociales, contenidos en el rubro de subsidios y transferencias son el 3.7% y 14% del PIB y del gasto total, respectivamente, y también van en ascenso.

La inversión física y el gasto de capital suman el 3.6% y 14% por ciento del gasto total. Todos estos rubros suman el 64% del gasto. Y si añadimos el costo financiero la cifra se eleva hasta 73% del gasto.

El costo financiero, que por cierto es de los más elevados entre países similares a México (emergentes), no disminuirá en el 2025; las pensiones y jubilaciones, las transferencias y la burocracia, no tienen por donde disminuir, sino todo lo contrario.

El gasto que ya está etiquetado aumentó 5 puntos porcentuales desde la administración de Ernesto Zedillo.

Aunque la razón deuda a PIB se mantiene por debajo del 50%, un nivel particularmente cómodo, sobre todo si se compara con otras economías emergentes, el gobierno de López Obrador ha adquirido deuda por el orden de 6.25 billones de pesos, con una emisión de deuda interna que ha aumentado 69%, en tanto ha reducido las vulnerabilidades hacia el exterior, al reducir 8% la deuda externa. En monto es el más elevado en los últimos tres sexenios.

LAS CAÍDAS EN PEMEX

La producción de petróleo de Pemex ha caído significativamente a pesar de los constantes apoyos del gobierno federal. De 2019 a abril de 2024 en promedio se han producido 1 millón 573 miles de barriles diarios (mbd), sin considerar condensados, lo cual representa una baja de 28% con respecto al sexenio pasado, donde se produjeron en promedio 2 millones 182 mil barriles diarios.

Cabe señalar que a partir del sexenio de Felipe Calderón se observó una marcada tendencia de caída en producción, sobre todo por el agotamiento del complejo Cantarell. El sexenio con la mayor producción promedio fue el de Vicente Fox.

En el período (2019-2024e), considerando las estimaciones de Pemex para 2024, el Capex total sería de 1,018 miles de millones de pesos (mmdp), de los cuales un 83% se habría destinado a Exploración y Producción (E&P); un 13% a Transformación Industrial (TI) y el resto a otros negocios. El Capex total representa una disminución de 9.6% respecto a lo invertido en 2013-2018, aunque cabe señalar dos cosas: se revirtió la tendencia de baja en inversiones observada desde 2014 (reforma energética) y estas cifras no consideran los cerca de 300 mil millones de pesos invertidos en la refinería de Dos Bocas, Tabasco.

Por otro lado, Pemex continuó acumulando pérdidas. De 2019 a 2023, la pérdida neta de la compañía fue por un monto de $871 mil millones de pesos, cifra menor a la pérdida del sexenio anterior, aunque mayor a la observada durante 2007 2012. Por subsidiaria, históricamente, E&P ha sido un segmento rentable, antes de impuestos.

En 2023, el costo promedio de producción de hidrocarburos fue de 14.50 dólares por barril de petróleo crudo equivalente, mientras que el precio promedio por barril de la mezcla mexicana fue de 71.0 dólares por barril, lo que nos da una idea de la rentabilidad de la subsidiaria.

La deuda de Pemex se mantiene elevada, al primer trimestre de 2024 el saldo era de 1 billón 787 mil millones de pesos, cifra menor a la deuda al inicio del sexenio aunque alta en la comparación histórica.

Se aclara que el saldo de la deuda de Pemex denominada en dólares (72%) sí ha bajado por la apreciación del peso, mientras que los apoyos del gobierno en disminuciones por el Derecho de Utilidad Compartida (DUC) y aportaciones de capital totalizan 2.2 billones de pesos.

INFLACIÓN, SIN CUMPLIR OBJETIVOS

Si comparamos desde el sexenio de Vicente Fox hasta el de López Obrador, con la incorporación de un objetivo de 3.0% de inflación como su meta única por parte de Banco de México, se observa que en ninguna de esos cuatro gobiernos se alcanza dicho objetivo.

Es más, en el de AMLO, la inflación fue mayor (5.0% CAGR 6 años), con lo que la actual administración rompe con los tres sexenios que tuvieron una ligera tendencia a la baja en los precios de bienes y servicios.

Tipo de cambio

Si la paridad cambiaria pesos por dólar se mantiene en los niveles actuales, posiblemente el de AMLO será el primer sexenio que termine su administración con una apreciación del peso mexicano y en una magnitud considerable en -8.7%.

Históricamente en todos los sexenios el peso mexicano se deprecia, lo cual podría ser reflejar un cambio estructural en la economía, sobre todo en la cuenta corriente, pues la fuerte entrada de remesas, la mayor entrada de ingresos por turismo y la continua captación de entrada de Inversión Extranjera Directa posiblemente han generado una sobreoferta de dólares en la economía.

Recordemos que los dólares que recibe Pemex y el gobierno federal por concepto de sus operaciones (exportaciones, importaciones o pagos de cupones/principal) no llegan al mercado, pues deben venderlos/comprarlos al Banco de México (así está previsto en la Ley del Banxico) y únicamente los dólares de los “privados” llegan al mercado.

En suma, los fundamentales del peso que se observan en la posición financiera neta del país, es decir la cuenta corriente, podrían ser estructuralmente más pequeños que lo que normalmente eran (cerca de -2.0% del PIB) y se añade una coyuntura de tasas en México que se esperan sigan muy altas, tendremos una paridad fuerte para el peso mexicano.