Se comenta sólo con…

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  • Por Carlos Ramos Padilla

 

RedFinancieraMX

 

Ante el cúmulo de comentarios, infamias e insultos que provocó mi colaboración de ayer me veo obligado a insistir en el tema.

 

Debo ser claro para aquellos despistados que argumentan que esto se debe a la corrupción del sexenio anterior.

 

La explosión fue este viernes 18 de enero, a 49 días del nuevo gobierno con su “estrategia” de combate a los delincuentes que atentan contra instalaciones de PEMEX.

 

Esto también para aquellos que aquel 12 de julio del 2017 exigían a gritos la renuncia del secretario de comunicaciones Gerardo Ruiz Esparza por el fallecimiento de dos personas en el llamado socavón de Cuernavaca. Hoy esos mismos defienden y justifican a los irresponsables funcionarios que no impidieron la tragedia de Hidalgo, y habré de precisar.

 

¿Dónde está el Cenapred (Centro Nacional de Prevención de Desastres) desde la salida de un profesional e íntegro director como el Dr. Carlos Valdés?  ¿Por qué si se dio aviso de la fuga desde las 14:30 horas se cerraron las Válvulas de PEMEX hasta los 17:00 arriba personal de la gendarmería dándose la explosión a las 18:52 y hasta las 19:50 se activa la “sala de crisis”?

 

¿Por qué al acudir el ejército al lugar minutos antes de la detonación sólo pedían a los pobladores alejarse del lugar “porque les va a hacer daño oler tanta gasolina”? ¿Desde cuándo se inició la excavación de la zanja? ¿De todo esto no se había enterado el gobernador Omar Fayad?

 

Consulté con varios abogados, entre ellos el reconocido Mario Rosales Betancourt, y aclaran las diferencias entre las explosiones de San Juanico el 19 de noviembre de 1984 y el Sector Reforma el 22 de abril del 2017 y Tlahuelilpan en el 2018.

 

San Juanico y Jalisco fueron accidentes cobrando la vida de víctimas inocentes. Tlahuelilpan fue un acto deliberado en donde los habitantes se convirtieron en delincuentes cometiendo delitos federales y con pleno conocimiento. Incluso la Ley Federal para Prevenir y Sancionar Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos (promulgada por cierto por el presidente Peña) en su artículo 8 detalla con precisión los castigos legales para quien robe combustible y se hace mención de los años en prisión a purgar.

 

En el caso de Hidalgo no se puede acusar de ignorancia porque sabían lo que hacían y no era la primera ocasión. Imaginemos que usted circula por una avenida y observa como un grupo de personas atraca un centro comercial, ¿usted en que se convierte si decide participar en la rapiña? Y aquí no se trata de partidos políticos, sino de muertos, si, muertos por la irresponsabilidad de las autoridades que no se atreven a aplicar la ley y si mandan al diablo a las instituciones.

 

Califiquemos las declaraciones de Alfonso Durazo cuando expone “que Pemex había cerrado las válvulas a las 18:20 horas y agregó que la fuga detectada por elementos de la Sedena NO ERA RELEVANTE”. Y también pregunté el día de ayer, ¿hay quizá algún plan, proyecto o iniciativa para construir un hospital con alta especialidad en quemaduras? Respuesta, hasta el momento NO y me parece preocupante que entre las prioridades mediáticas este, por ejemplo, un tren Maya.

 

Y sólo para los que no saben leer, no tienen memoria o únicamente se dedican a atacar, he sido uno de los más severos críticos del exgobernador Eduardo Bours por la inenarrable muerte entre las llamas de los bebés de la guardería ABC.

 

Quedan mis testimonios escritos y radiales, lo mismo para Ángel Aguirre exgobernador de Guerrero y su amplia impunidad en la degradación del Estado lo mismo con Gabina Cué, el Oaxaqueño que en la historia queda como uno de los senadores más faltistas y así se lo expuse en una reunión con la ANPERT (Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión).

 

Por cierto, cárcel merecen todos los saqueadores del país, incluyendo a priistas como Javier Duarte de Ochoa, así como a distinguidisimos líderes sindicales (también priistas) que ahora cínicamente apoyan a amlo para gozar de sus privilegios y que dejan pasar de largo los cómodos y anónimos defensores incondicionales del gobierno federal.

 

Ojalá y algún día seamos una nación que exija castigo para que los gobernantes que incumplan y provoquen la muerte de otros y no como ahora, sólo convertirnos en francotiradores sin escrúpulos para dividir a la sociedad. Y ojo, ahí es donde ganan.