Se comenta solo con…

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  • No al paro
  • Por Carlos Ramos Padilla*

RedFinancieraMX

Si algo distingue a la UNAM es su intensa actividad que permite evolucionar. Ante las ya permanentes agresiones del presidente anónimos proponen parar las actividades y cerrar las instalaciones.

Nada más nocivo que eso. En la universidad se desprenden las mejores argumentaciones en todo sentido para debatir y resolver, lo pero que puede suceder es el silencio, es el recogimiento, el aislamiento, eso pretenden los revoltosos, paralizar a la Casa de Estudios, no debemos permitirlo.

La UNAM ha sido ejemplo desde la declaración de la pandemia y la aplicación de protocolos sanitarios. El Rector Enrique Graue ha sido prudente, serio y claro: a nadie se le va a arriesgar y el campus azul y oro no ha sido ni será centro de contagios.

Aún así la UNAM ha seguido adelante y sobresalen, a pesar de que el ejecutivo emprenda contra los científicos, los proyectos e investigaciones para procurar salud a la población. Llama la atención la serie de peticiones que pretenden los paristas: una disculpa pública en la mañanera, aumento del presupuesto en un 68%, energías limpias para la nación (¿!), juicio a Manuel Bartlett, cárcel para Marcelo Ebrard por el accidente en la Línea 12 y -aquí lo inaudito- automóviles Tesla para todo el personal docente y administrativo.

Los intercambios de razones la UNAM siempre los prepara y opera con orden, con información. No acostumbra disparar temas sin una a consistencia y mucho menos construye paredones para juicios populares. La UNAM no discute en las calles sus procedimientos internos ni su presupuesto. La UNAM no consolida marchas públicas para dotar de autos a su personal. 

No hay que caer en la trampa. A ningún universitario le interesa ni conviene cerrar sus aulas, sus centros de investigación, sus laboratorios, sus centros deportivos, sus oficinas para llevar a los  corruptos a la cárcel.

La UNAM no es agencia del ministerio público. Iniciar un paro es aprobar una escalada de actos de desestabilización para la Institución, es vulnerarla, es debilitarla.

El músculo es y será la fuerza del talento e inteligencia de sus miembros, la búsqueda de la excelencia a través de mecanismos pacíficos y de envergadura, generar una extensión cultural que ofrezca dignidad a todo aquel que por diferentes circunstancias no pudieron matricularse como universitarios.

A los jóvenes no se les debe mutilar su futuro y pensar que México estará en mejores condiciones con parásitos y holgazanes. La UNAM ha aportado lo necesario para construir 98 centros de investigación tecnológica y de manufactura de punta bajo la responsabilidad de los jóvenes. En la UNAM se encuentra la mayor población de “aspiracionistas” que desean un país más sólido y seguro. Todo aquel que cumple con sus requisitos académicos merece una licencia que lo acredita ante la asócielas para producir, para crecer, para generar riqueza y estabilidad y esto no significa que sea conservador o fifí o neoliberal ni de derecha. Son y somos mexicanos que contribuimos a construir familia, comunidad y patria.

Esa es la misión de nuestra UNAM activa no con candados, cadenas y estancamiento. El Rector Graue nos ha enseñado a la comunidad universitaria como superarnos aún con fuertes y graves obstáculos como la crisis económica, procesos electorales, el estancamiento, la violencia, los ataques institucionales, la reducción de presupuesto e incluso la pandemia. No podemos permitir que nos convierten en adversarios entre los universitarios.

Nunca antes habíamos observado a un gobierno tan poco educado y tan agresivo con todos los sectores. En el ambiente político confrontado con los partidos políticos, con los gobiernos estatales, con los migrantes, con los órganos electorales, con las universidades, con el clero y humillando a las Fuerzas Armadas.

En el ambiente social fracturado en el sector salud, reprobado en el educativo, cerrando fideicomisos para la ciencia y la investigación, multiplicando el desempleo, creciendo la economía informal, fracasando en el combate a los sicarios y asesinos, cerrando estancias infantiles.

El balance no es positivo incluso en la procuración de ambientes ambientales sanos y limpios. En materia internacional con un debilitamiento comprobable.

Pero los mejores seres humanos y sus ideas para revertir estos males, están en la UNAM no en otro sitio porque ahí se da el humanismo, la capilaridad social, la universalidad del conocimiento, la fuerza de la información, el honor del debate argumentado.

Creer que detener todo esto para pedir coches es infame, es reducido, es inaceptable.

*Conductor del programa VaEnSerio MexiquenseTV canal 34.2