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  • El hambre y la pobreza
  • Por Carlos Ramos Padilla*

RedFinancieraMX

Para una nación que se precie de ser civilizada la pobreza y el hambre son signos inequívocos del subdesarrollo y la desventaja. Pero para quienes se quieren perpetuar en el poder no es así, estas variantes son representan una fórmula muy afortunada para manipular.

Hablar constantemente de pobres y culpar a otros de esta situación es cómodo y engaña. Al régimen le conviene crear y mantener a una masa mayor de pobres lo que significaría una fuerte crítica para quienes pretenden un país más sólido. Parece contraproducente pero no lo es. Tratar de dignificar a los pobres sin sacarlos de su condición es un mecanismo apoyado en la ignorancia y la gratitud, entraña combinación.

Al pueblo, pobre no se le instruye, se le adoctrina.  

El gobernante impulsa una campaña de penetración a través de libros de texto que lo adulen y reconozcan sólo sus obras, espejo de rectitud y benevolencia.

Todo lo anterior, incluso las instituciones, hay que “mandarlas al diablo” porque fueron hechas con sobornos y explotación de la nación. Entonces hay que edificar y decidí fichar. Construir lo mismo escuelas y universidades que sirvan al sistema junto a un gobernante benévolo y preocupado por los que sufrieron las consecuencias de saquemos y corrupción.

Ese es un paso muy importante. Regímenes como el de la Rusia de Stalin, la China de Mayo o Corea del Norte de Kim Jong fortalecieron su permanencia en el poder tolerando y provocando hambrunas.

Cómo es que su población no se rebeló: primero porque estaban desorganizados y sin posibilidades ni siquiera de comer, menos de trabajar.

Segundo, porque requerían de programas de asistencia ofrecida desde el gobierno. Tercero, porque recibirían la oportunidad de recurrir a oficios elementales pero que les permitieran recomponer su frágil situación.

En pocas palabras crearon poetas y hambrientos para “salvarlos” a base de una estructura de populismo y políticas públicas destinadas a dar para recibir gratitud. Hablar de que Primero los Pobres es enfatizar que el destino de los recursos no irá a la capacitación, a la producción o a la generación de clases medias sólidas, estas “los aspiracionistas” estorban porque comen y piensan. La gente instruida no está preparada para agradecer sino para exigir, para comprometer y para demandar a través de evoluciones académicas que hagan crecer a la ciencia y a la tecnología y eso no ayuda a mantener pobres a los pobres.

Todo resultado de superación tiene que venir del nuevo régimen al pasado hay que desahuciarlo. ¿Conoce usted a un limosnero desagradecido por recibir una propina momentánea sin hacer nada? Solo la honestidad vigente abona a la satisfacción masiva. Eso es, crear masas no colectividades, la diferencia es que la primera no piensa solo reacción; la segunda analiza, se informa, opina y crea juicios de valor. Para entenderse con las masas hay que ha lar como ellas “ya chole”, “lo que diga mi dedito”, “al carajo”, “cállate chachalaca” y esto no significa necesariamente que quien las expresa sea inculto, majadero o ignorante, es mimetizarse.

El pueblo necesitado requiere que un símbolo poderos los auxilie. La residencia oficial de Los Pinos no significa nada más que el hábitat de los depredadores, por tanto, hay dos símbolos de poder auténtico: Palacio Nacional o el Castillo de Chapultepec ambos cargados de la historia buena, de los héroes honestos. Hay que vivir como ellos en el sitio que ellos eligieron y Juárez así lo hizo, por ello es “el mejor presidente de la historia” hay que deidificarlo y emularlo.

Así Juárez, el pródigo, resurge para ayudar a los pobres y recomponer la las líneas del futuro. Se habrá entonces de repartir la riqueza nacional pero condicionada. Habrá gas (bienestar), gasolinas baratas, o se devalúa el peso, tendremos empleo con proyectos inútiles, innecesarios pero faraónicos, crece la esperanza y se convierte en el “rayito” en la mejor opción, en el redentor, el único honesto y por supuesto el dueño de la verdad “su verdad” (tengo otros datos) y de la información.

Es entonces “la esperanza de México, y quienes lo habrán de apoyar y mantener son los pobres multiplicados, ellos no entienden de leyes, de Constitución, de revocaciones, pero si saber gritar, lanzarse a asambleas públicas, abuchear a los opositores, lanzar consignas atropelladas para que exigen juicios sin pruebas ni elementos, viene la aplicación del adoctrinamiento y del odio y repulsión a los demás.

Hambre y pobreza son un importante estímulo, vitaminas puras para dominar. Revisemos la historia, está escrita y descrita, sólo hay que releerla.

*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2