- El gas y Ricardo
- Carlos Ramos Padilla *
RedFinanciera
Lo que sucede con la distribución de gas y los señalamientos contra Ricardo Anaya no son movimientos improvisados ni estrategias de coyuntura, responden a planes que tiene que ver con la permanencia en el poder. Váyanos por partes.
Una forma de buscar la prolongación en el cargo es irse apoderando de los recursos de la nación y luego administrar su distribución y controlar los precios. La forma de convencer es a través de discursos populistas asegurando se impulsará un bienestar a los grupos más vulnerables.
El primer intento se realizó al inicio de la administración con las gasolinas argumentando combatir a la corrupción y al huachicoleros (ambos fallidos) y reduciendo los precios a razón de la competencia y promesa/compromiso electoral (tampoco se cumplió).
En el asunto de Ricardo Anaya ocurre lo mismo.
Un principio de permanencia es eliminar a los enemigos/opositores que constituyan un peligro. Ya lo hizo con Rosario Robles y ahora con el panista. Desde la anterior campaña presidencial el adversario a vencer era Anaya no Meade.
Las encuestas preocupaban a AMLO e inició la descalificación y los insultos (Ricky, riquillo, canallín, pillín).
Ahora los señalamientos son más concretos desde la investidura presidencial, pero la estrategia es la misma que con los expresidentes es decir, aplicar una campaña mediática permanente acusándolos de corrupción pero sin aportar pruebas concretas y dejando la decisión en otras manos (consulta para enjuiciar a ex mandatarios, citatorio a Anaya, “asunto de la fiscalía no mío”, advierte AMLO lavándose una vez más las manos).
Sería ingenuo pensar que el presidente no estuvo ni está enterado de la persecución a Anaya y simular que él sólo es humanista.
Ataca a Anaya pero defiende los derechos de Félix Gallardo. AMLO decide liberar a Ovidio pero mantiene en prisión a Rosario Robles a razón de que se convierta en informante del gobierno para, nuevamente, eliminar a opositores.
AMLO si no puede con los debates opera con el poder. Ese tipo de líderes demuestran una gran inseguridad pero muestran un protagonismo y narcisismo impresionante. Sólo ellos deciden, sólo ellos son capaces de resolver todo. Manejan la información y evaden asuntos que demeriten, como la ausencia de respuestas y resultados como por ejemplo en los casos de Ayotzinapa o Línea 12, porque se descubriría que en ambos hay personajes de la 4aT involucrados.
El gas, la gasolina, Anaya y la revocación son trampas mediáticas y distractores de alguien que no ha podido demostrar resultados a lo que tanto criticó durante 18 años.
*Conductor del programa VaEnSerio, MexiquenseTV, canal 34.2