- ¿Kabala o Kamala?
- Por Carlos Ramos Padilla*
RedFinancieraMX
Sabemos que AMLO no habla inglés pero por obligada cortesía debería enterarse del nombre de su invitada y su cargo.
No es Kabala, es Kamala, y no es presidenta. Pero hay algo lamentable, el gobierno de la 4aT continúa creyendo que los extranjeros son tan reducidos de criterio como piensan somos los mexicanos.
AMLO insiste en que no perdieron, sus datos le dicen que mejoraron en las elecciones y que el terreno ganado por la oposición en la CDMX es por una sucia campaña de desprestigio, no es capaz de reconocer la pésima administración de Sheinbaum y la desbordante corrupción qué hay.
Pero más allá, la Sra. Harris pisa terreno nacional con pendientes importantes que han lastimado la relación por la torpeza diplomática y política del gobierno actual mexicano.
Kamala trae en el expediente el que AMLO y Ebrard hicieron campaña y operaron para la reelección de Trump y que en su visita a Washington el tabasqueño no tuvo la cortesía de establecer contacto con el entonces candidato Biden.
En esa misma carpeta Harris conserva la historia de Ovidio Guzmán López, el culiacanazo y la bofetada que recibió la DEA y las autoridades de USA que tenían ya dispuesta una solicitud inmediata de extradición.
Ahí mismo, los documentos confidenciales de la Casa Blanca traen anotados los nombres de García Luna, Guzmán Loera y su recién aprehendida esposa.
Por si fuera poco se debe la aclaración de la extraña captura, exhibición y exoneración del General Cienfuegos y la evidente advertencia de la CIA para que el gobernador Cabeza de Vaca no fuera capturado violando normas legales y con la operación de militares que podrían iniciar un conflicto armado serio en Tamaulipas.
Incluso Harris sabe que los británicos no son nada ignorantes para comprender de que el autor de la contestación a The Economist en su artículo publicado por aquello del “falso mesías” fue ni más ni menos que el responsable directo de la construcción y el desplome del Metro en Tláhuac.
Los expedientes en USA del propio AMLO, Sheinbaum y Ebrard están abiertos y frescos y aquí se olvidan que están tratando muy probablemente con quien sustituya en la sala oval a Joe Biden.
¿Y qué cree usted?, amlo interesado en imponer su proyecto de sembrar arbolitos y mover al país quemando carbón y residuos fósiles.
Minutos antes de que Harris llegara a Palacio Nacional AMLO había lanzado una expresión nada afortunada contra (¿otra vez?) los abogados y ministros de la Corte.
Aseguró que la mayoría de ellos “no piensan en la justicia” y así, abollando a uno de los poderes, se presenta como congruente ante la estadounidense quien defendió al Congreso y al Capitolio luego de los grupúsculos que atentaron contra su estabilidad.
Ante estos atropellos dirigidos por Trump aún como presidente, Kamala lanzó un enérgico y profundo llamado a la unidad y a la integración de todas las fuerzas para defender la institucionalidad estadounidense.
Esa la diferencia. Ella fue quien más energía mostró en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico en el Estado de California como Procuradora (fiscal) y vaya que si ha de tener cifras y documentos de las agencias de inteligencia sobre el tema.
Como nunca antes nuestro gobierno se ve ir preparado, muy improvisado y antagónico a la dinámica del vecino norteño.
Ya Biden le acomodó una buena respuesta a AMLO cuando este desde su sillón le solicitó no apoyar económicamente a organizaciones no gubernamentales, pero eso sí, le había pedido dinero, inversiones y recursos para sembrar arbolitos.
Pero aquí festinamos el “éxito” del encuentro, como cuando regreso Ebrard con su comitiva “come cacahuates” a glorificar las disposiciones (más no acuerdos) sobre migración que impuso Trump a México y que con la boca llena Marcelo expresó “misión cumplida”.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2