- Exigencias
- Por Carlos Ramos Padilla*
RedFinancieraMX
De la expectativa a la esperanza, de la esperanza a las exigencias y de ahí a un paso al rechazo y la violencia.
Para acabar con la corrupción el gobierno de amlo ha salpicado de señalamientos y acusaciones a todo aquel que conviene para el comercio electoral e índices de popularidad.
No sé cómo se establecen las prioridades y los presupuestos, pero hay enorme diferencia entre la nula respuesta a la familia LeBarón, el olvido intencional a los familiares de los bebés calcinados en la guardería ABC en Hermosillo, el caso de los normalistas de Ayotzinapa y la persecución sin pruebas ni argumentos contra los expresidentes en donde ahora se intenta aplicar “justicia” a través de consultas callejeras y si no se puede se solicita a los ministros de la Corte tomar “en consideración el sentimiento del pueblo” para aplicar la ley, zas! .
Lo evidente es que dinero, tiempo y esfuerzo habrá, eso sí, de aplicarse para rescatar a un grupo de cadáveres de la mina de Pasta de Conchos.
Este fin de semana se volvió al espectáculo político y al teatro gubernamental de Ayotzinapa. A los manifestantes de FRENAAA los someten a permanecer al interior de un corral en el zócalo, lo otros, a libre paso llegaron incluso a dañar los portones de Palacio Nacional con pintas.
Unos, los de FRENAAA llegaron caminando, los otros en camiones de lujo, ahí la diferencia en el trato. Los archivos más espectaculares para amlo han sido petardos mojados: el Chapo, Ovidio, García Luna, Duarte Cesar, Duarte Javier, Emilio Lozoya…me parece que el tema de Ayotzinapa es muy similar a la reforma energética y a la reforma educativa.
Hay que desaparecer, anular, criticar y destruir todo lo hecho con anterioridad sin programas, proyectos o propuestas alternas. ¿De la reforma educativa “no pasa ni una coma” y dónde están los avances? De la reforma energética, no se admite por “por pésimas administraciones” y hoy apostamos al carbón para generar energía, PEMEX y CFE en picada y con caprichos como Dos Bocas.
Ayotzinapa, enterró la “verdad histórica” y las torpezas se están convirtiendo en irritación social, más de los familiares que han sido manipulados por la izquierda como carnada política. Pero hay que decirlo claro y fuerte, los políticos, los gobernantes, la sociedad y hasta los mismos familiares, todos, estamos tolerado que el gobierno juegue con los muertos, ya sea por la pandemia o por el crimen organizado.
Por menos, en otras naciones, una oposición madura, sería, unida y critica estaría reclamando soluciones, resultados, congruencia y veracidad. La sociedad estimulando su derecho a ser respetados. Los partidos a formar ideología, posición y respaldo a la comunidad.
Y los familiares, los deudos de tantos miles de muertos y desaparecidos, exigir dignidad y estatura cuando se habla de quienes perdieron la vida. Pero hemos permitido que nos enfrenten, nos radicalicen, nos dividan, así ellos, los del gobierno ganan y pueden transitar de un ridículo al otro, como digamos la poca monta del presidente en la arenga ofrecida ante la ONU.
Fue un momento vergonzoso que no sé en verdad como lo toleró y aceptó Juan Ramón de la Fuente como nuestro representante. Y eso que veníamos de la famosa venta/rifa/renta/venta de un a avión que es como “un palacio en los cielos”.
En verdad que, reducidos, escasos recursos y estructuras se emplean hoy en México para tratar de convencernos que estamos en una transformación del tamaño de la Independencia, Reforma y Revolución, eso en pocas palabras es desconocer la historia, como cuando se afirma que Juárez se casó con la esposa de Porfirio Díaz.
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa VaENSerio mexiquense tv canal 34.2