- Sin mujeres
- Por Carlos Ramos Padilla
RedFinancieraMX
Ya son dos fechas, 9 de marzo y 10 de mayo en que la sociedad mexicana hemos perdido la oportunidad de convivir con nuestras mujeres.
Primero por un voluntario “auto secuestró” para demandar igualdad, seguridad, freno a la violencia de género y combate frontal y cierto a los feminicidios.
Fue un lunes extraño, muy ajeno a nuestras costumbres. Pero lejos de sentir una solidaridad de todos los sectores, fue el gobierno que desafió a las damas y las acusó de cumplir con intereses de los “conservadores”.
Dijo el Ejecutivo Federal que se trataba de un “disfraz “de sus opositores. De igual forma, un grupúsculo de mujeres que se maneja libre e impune, provocó acciones violentas en la vía pública que llegaron al extremo de arrojar bombas molotov contra personas en el zócalo y que aún no reciben sanción, menos aprehensión. Luego el domingo, el día de las madres, una de las fechas más simbólicas en nuestro calendario en donde se festeja a aquellas mujeres que tuvieron la enorme dicha de dar vida.
Pues los festines, comidas, convivios, tertulias y ha agasajos se vieron limitados y en su mayoría suspendidos por el aislamiento que ha provocado la pandemia del coronavirus. Las restricciones sociales, los protocolos sanitarios y las limitaciones comerciales y de tránsito registraron por vez primera en nuestra historia contemporánea una “celebración” sin “celebración”. Es decir, una segunda fecha en casi dos meses sin mujeres. No obstante, quienes pensamos en la disposición de compartir, incrementar la conducta cívica, respetar los derechos legales y humanos de todos, habremos de reconocer la maravilla que significan nuestras damas. Ellas deben dejar de ser un pretexto político y una especie de rehenes permanentes de provocadores que son identificados dentro de la misoginia.
Es más, puedo asegurar que, dentro del esquema de heroicidad en el marco de la pandemia, los esfuerzos de mujeres y hombres han permitido salvar muchas vidas, pero de igual forma registrar decesos de personas por ausencia de elementos vitales para su seguridad personal fundamentalmente en el sector salud. Por lo pronto mi deseo es que no se presente un tercer evento para que nos veamos impedidos de contar con nuestras mujeres en todo tipo de actividades.