Se comenta solo con…

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  • En su mundo
  • Por Carlos Ramos Padilla

RedFinancieraMX

No sé en materia de psiquiatría como se llama a ese personaje que evade su realidad, se inventa “su” ambiente y se maneja a través de sus mentiras.

Construye “su” mundo y lo demás no existe. Bueno prácticamente estoy describiendo a López Obrador que si no gana se autonombra legítimo y si triunfa establece sus propias reglas y obliga al país a creer en sus demenciales proyectos aún por encima de la ley.

Mire, estamos en emergencia mundial y él pidiendo abrazos y besos. Ya se están muriendo mexicanos infectados y él presumiendo que está en un campo de béisbol. Nos asegura que podemos salir a la calle sin problema, luego borra el video mensaje de redes sociales y ahora habla de aislamiento.

Evita se le aplique la prueba de la temperatura al subir a un avión y obliga a la aerolínea a saltarse las normas y protocolos que ha impuesto su propio gobierno a través del sector salud, trepa a la aeronave sin consideración a los demás y se sienta en un lugar prohibido para personas de la tercera edad: las salidas de emergencia.

De la anécdota de las estampas milagrosas en unas líneas lo trato porque es muy significativo, pero hoy quedará marcado en la agenda nacional que el presidente, mientras estallan coche/bombas en Celaya e incendiaban carros oficiales en Delicias, Chihuahua, decidió ir a Badiraguato, en Sinaloa, a 80 kilómetros de Culiacán.

AMLO pisó la comunidad La Tuna de donde es Guzmán Loera y fue a extenderle la mano a la madre de El Chapo, María del Consuelo Loera Pérez, quien se encontraba en el sitio del copiloto de una pickup blanca de lujo. Por cierto, AMLO le saludó de mano, de tercera edad a tercera edad, violentando una vez las instrucciones sanitarias.

El mundo se ha burlado del “fuchi/caca” ahora que dirán de este burócrata que tiene el desplante de hablarle de tú a la madre de uno de los asesinos más sanguinarios, asegurarle que “ya recibí tu carta” y ser acompañado por José Luis González, abogado del sicario. Debemos recordar que hace unos meses el tabasqueño se conmovió por la sentencia que había recibido Joaquín Guzmán en Estados Unidos, y antes había prometido amnistía a los delincuentes.

Pero más allá, ayer domingo, precisamente, fue el cumpleaños de Ovidio (nacido en 1990), sí al que por órdenes “superiores” y “no sufrir víctimas sociales”, se dejó escapar en el famoso “culiacanazo”. Sin ningún cuidado a la investidura presidencial, López hizo lo que no se permitió con las “caravanas por la paz “o los legisladores del PAN, simplemente los ignoró o aquel reportero que le cuestiona por qué no cumple con el cuidado sanitario y responde “eres un provocador”.

Aaah sí y las estampitas. Me rehusaba a creerlo, pero el día del “culiacanazo”, 30 de octubre del 19, el ser presentado Ovidio como elemento capturado, colgaba de su cuello las mismas “estampitas” que nos presumió el Ejecutivo.

En esas imágenes podemos observar cómo, de qué manera se le permite girar instrucciones, quitarse y ponerse una gorra beisbolera y hasta hablar por celular frente a elementos armados del gobierno.

Ahí se giró la orden de su liberación mientras nuestro presidente andaba de gira en un avión comercial de bajo costo.

Puedo suponer cuántos cinturones de seguridad integrados por sicarios y asesinos se vió obligado a cruzar el presidente para estrechar la mano de Consuelo.

Pero por supuesto de la narco-boda de la hermana de Ovidio, Grisel Guadalupe Guzmán, en la mismísima Catedral de Culiacán, pues prefieren no hablar. Pero repito, todo esto obedece a un personaje que, sin importar el país, sus ciudadanos y su futuro, se mueve en su mundo, con sus imposiciones, sus ocurrencias y eso sí, acusando a todos de provocadores, neoliberales, conservadores y ternuritas. México sin infraestructura médica para una emergencia de esta magnitud, pero el presupuesto de contingencia ya se repartió a los “ninis”, a los pobres les quitó el Seguro Popular, toma tiempo de la nación para tutearse con la madre de un narcotraficante, pero destinó un millonario paquete para el béisbol, su juguete, perdón, deporte favorito.