Se comenta solo con…

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  • ¿Como era lo de chachalacas?
  • Por Carlos Ramos Padillla

RedFinancieraMX

Sin rubor alguno dos amlistas sacaron, como decían en mi colonia, el cobre.

La Sra. Rosario Piedra Ibarra y el cura Solalinde.

La primera debe renunciar o la deben destituir.

El segundo que se dedique a lo suyo y que lo ha de hacer muy mal para pensar mejor en otras cosas.

Vayamos por partes.

La Sra. Piedra declaró sobre la marcha feminista que éstas no deben comportarse como crimínales. Vaya declaración desde la CNDH, luego mal corrigió para finalmente ni tomar posición ni aclarar las cosas, sólo concluyó su comunicado con una frase que han explotado las víctimas de Ayotzinapa, ella dijo “vivas las queremos” .

¿Por qué rubricar así si aseguró sería imparcial? Pero más aún. En un evento tipo homenaje a Evo Morales en el sur de la CDMX, la Sra. en el escenario y con micrófono en mano declaró “para mí y para el pueblo de México, Evo sigue siendo el presidente legítimo”.

Para empezar dos cosas, si quiere ser activista y revolucionaria, defensora de tiranos y guerrilleros, que continúe en la clandestinidad junto con sus compas, por otro lado, por lo menos a mí que no me use como pueblo para arrastrarse ante un extranjero que día a día acumula más señalamientos de delitos y que ya tiene ficha azul por parte del Interpol.

Si desea expresar alguna ideo o convicción que asuma su propia responsabilidad y deje de hablar por el “pueblo de México”.

Vamos con el cura. Que se dedique a lo suyo o que intervenga gobernación para evitar que el ensotanado haga política y se meta en asuntos de seguridad nacional solo para quedar como fiel sirviente del Ejecutivo.

El gobierno debe dar una clara explicación de lo ocurrido no únicamente en el caso de la tragedia de la familia Le Barón, sino también en Culiacán, Guerrero, Michoacán, Hidalgo, Tamaulipas y el accidente aéreo en Puebla.

Solalinde por decisión propia, eso parece, determinó ejercer su tiempo y obra bajo los dictados de Dios y su institución religiosa. Si es incapaz de cumplir sus votos, que se arregle con el Creador, y se dedique a otra cosa. Asesinar a niños y mujeres con toda alevosía no significa que se tenga que decidir entre Estados Unidos o México, es obligada la aplicación de la ley antes de permitir que otros gobiernos intervengan ante nuestras mentiras e incapacidades.

Lo ocurrido en Culiacán y con la familia LeBarón es responsabilidad directa del gobierno, y no hablo de promesas de campaña o de discursos mañaneros, representa una obligación Constitucional y por tanto legal. El causante de exigir a la comunidad que un tiroteo en El Paso, Texas, donde se vieron afectados mexicanos, se calificara de terrorismo fue Marcelo Ebrard, el mismo funcionario que quiso lucirse con el problema migratorio y con el asilo a Evo Morales, dos eventos que nos está costando muchísimo como país.

Ojo, el que metió el tema del terrorismo para estos grupos de asesinos no fue Trump, fue Ebrard y hoy no saben cómo limpiarse el error.

Piedra y Solalinde contribuyen a la división social, a la contaminación política y a la irritación de quienes han sido víctimas de la falta de gobierno, pero estamos hablando de aliados de ya saben quién porque en otros tiempos les dirían, “cállate chachalaca”.