- Equivocaciones
- Por Carlos Ramos Padilla
RedFinancieraMX
El presidente, ojo no el gobierno, el presidente se está equivocando y está pagando las consecuencias en su imagen, confianza y credibilidad.
La imposición de la presidenta de la CNDH y el asilo a Evo Morales han abollado la corona.
En fuentes de primer nivel ya se están considerando los dos casos.
Lejos de una votación tramposa y amañada, Rosario Piedra, por muy lejos, no cumple los requisitos elementales para ocupar ese cargo.
No es suficiente ser activista, trabajadora social como vocación y defensora de guerrilleros para responder a una institución que incluso presenta serios y delicados esquemas de relaciones internacionales.
En algunos países ven con recelo la llegada de esta mujer y perciben que habrá inclinaciones y favoritismos en la consideración de los derechos humanos.
El menosprecio que en declaraciones la Sra. Rosario expresó sobre las amenazas a periodistas y sus asesinatos dejó un pésimo sabor a boca y ahora que se filtra una fotografía e información acerca de que uno de los anarquistas encapuchados que causaron desmanes en Guanajuato corresponde a las descripciones e imágenes de uno de los “desaparecidos” de Ayotzinapa las sospechas crecen sobre la posibilidad de un engaño monumental que se debería de aclarar y atender de inmediato.
Por otro lado, cada vez corre la versión de que pronto Evo, gran error de asilarlo en México, saldrá del país para buscar refugio en Cuba o Venezuela.
La presencia del Boliviano está fracturando la estabilidad nacional y el costo es muy alto para un personaje tan desprestigiado y además señalado de muchas irregularidades.
Y estos son sólo dos ejemplos. La suma de ocurrencias y caprichos están dejando mermas en la seguridad nacional, en las industrias de la construcción y automotriz, en el turismo y es cada vez más notorio el desempleo y el estancamiento de la economía.
El griterío de “Claudia no estás sola” y el de “Rosario, Rosario si se pudo” están abriendo heridas político/sociales que pueden profundizarse.
Por cierto sólo los que así lo deseen pueden autocalificarse “hermano” de Evo, muchos millones más estamos seguros y conscientes de nuestro origen y biografía.