Se comenta solo con…

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  • Enrique Graue
  • Por Carlos Ramos Padilla

RedFinancieraMX

No es menor el hecho de que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES)y su Consejo Nacional de Rectores, hayan reconocido públicamente el liderazgo del Rector Enrique Graue, como promotor de la excelencia en las universidades públicas, pero fundamentalmente como defensor de la autonomía, sus prerrogativas y sus responsabilidades.

En la ceremonia se destacó la calidad humana de Graue al frente de la UNAM, catalogada como una de las entidades educativas de mayor solvencia y consistencia en la academia y difusión de la cultura. Los pronunciamientos, abundantes, dejaron claro ejemplo de lo que ha representado el Rector en sus cuatro recientes años de gestión.

“Hombre que se ha ganado el respeto y cariño de todos los rectores además de admiración” así se refirió Juan Eulogio Vega, Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. La ANUIES suma 200 instituciones académicas que están brindando el absoluto respaldo a la UNAM y a su Rector en la defensa legítima de la autonomía y calidad en materia de educación.

“Personaje inteligente, sensible, congruente que navega en mares profundos siempre con la bandera en alto”, expresiones en las que coincidieron las autoridades universitarias para Graue que por cierto el próximo 4 de septiembre recibirá el grado de doctor honoris causa por la UAS.

90 años cumple la autonomía la cual ha otorgado libertad y fortaleza a la educación superior de nuestra nación. Y en esto se aplican convicciones, entrega, ánimo, car after y mucha, muchísima fortaleza contra aquellos que una y otra vez intentan desmoronar los sólidos cimientos de la Casa de Estudios.

El Doctor Graue, bajo su disciplina cotidiana, mira de frente con proyectos de vanguardia, esos que convocan a la juventud a participar de dinámicas distintas y creativas que en diversas disciplinas colocan a México como punta de lanza y por supuesto, con el sello Hecho en la UNAM.

La ambición de rectoría ha llevado a nuestros científicos a descubrir los secretos del genoma o a amartizar en el planeta rojo; los más atrevidos concursos de matemáticas o Robótica van representados por muchachos universitarios; en las letras y las humanidades la UNAM marca el ritmo; en las comunicaciones o en la estructura fundamental de nuestros códigos legales ahí está la institución.

Hombres y nombres con total libertad de cátedra han cincelado los cambios de trascendencia. Y está carga enorme de energía ha sido empujada desde Rectoría con la visión de Graue que dé o decir, para tomar determinaciones es de mano firme.

Hoy vemos que la UNAM, sí se me permite el comparativo, es más operativa, funcional y exitosa, que lo que se o ser a fuera de sus fronteras físicas, vamos en la ciudad.

Ahí adentro, en sus pasillo, aulas y zonas verdes transitan y conviven casi la población total de Cuernavaca todos los días y sin policías.

El grado de tolerancia, pluralidad y concordia son ejemplares. Sus movilidades y sus transportes son oportunos, limpios y respetando los señalamientos viales dando prioridad a los andantes.

Su limpieza, su respeto al medio ambiente, sus calles y avenidas sin fracturas, sin baches. Sus espacios llenos de arte, cultura y esculturas.

Su estadio Olímpico orgulloso de la menor olimpiada en la historia y complejo que recibió dos mundiales de fútbol.

Su centro cultural, sus restaurantes, cines, teatros, museos nutridos de sabios. En fin, una Universidad, la nuestra, ejemplo en todos sentidos. Me sumo al aplauso dirigido a Enrique Graue, de eso, no hay duda.