- Enfermo Graue, ¡pamplinas!
- Por Carlos Ramos Padilla
RedFinancieraMX
No se complican las cosas por si mismas, hay factores evidentes que están interviniendo para hacer crecer el conflicto en la UNAM.
Desde un pliego petitorio, impresos ya preparados, hasta la increíble acusación de Federico Arreola acerca de que el Rector Graue padece de una enfermedad respiratoria que no le permite ejecutar sus funciones, dice, al 100%.
Casualmente es el mismo argumentó que usó en campaña de manera repetida AMLO para solicitar la renuncia del Presidente Peña.
Y aquí quieren que olvidemos no sólo el problema de columna que padece el tabasqueño, sino de afectación cardíaca que podría, incluso, ser más delicada y peligrosa de lo que se le achaca al líder universitario.
Cada vez se nota más la injerencia exógena en los movimientos últimos en el campus universitario. Y para quienes acusan de debilidad a Enrique Graue ignoran que desde su oficina jurídica en Rectoría ha mostrado mano firme para expulsar de la UNAM a todos aquellos que la lastiman o qué no notaron siquiera cómo se han dado duros golpes contra la inequidad, el abuso sexual y los narcomenudistas.
O que no me diga Arreola y otros de su corriente que ignoran que gran gran parte de los ilícitos los comenten no sólo anarquistas pagados por grupos políticos, sino la enorme impunidad con que algunos sindicalizados, protegidos por su gremio, generan inestabilidad, ambulantaje y protección a cientos de taxis “pirata” que a diario intentan burlar a las autoridades no únicamente de la UNAM, sino del gobierno de la Ciudad de México.
¿Por qué los gritones y merolicos que inflan el conflicto en la UNAM no empiezan por pedir limpieza dentro del sindicato, liberar no sólo al auditorio Justo Sierra de gandallas, sino muchas otras instalaciones y salones que están en manos de delincuentes que han robado y en serio a la Casa de Estudios como en la Facultad de Economía, de Ciencias Políticas, de Filosofía o Ciencias?
¿Por qué no levantan el puño para solicitar la intervención de la PGR y dejar libre al terreno universitario de porros? ¿Por qué esos que en “asambleas” negocian pliegos petitorios no demuestran en exámenes públicos si merecen o no pertenecer a la UNAM? ¿Por qué es notoria, para empezar, su incapacidad de expresión, de estructurar ideas y en algunos casos hasta de ortografía. ¿Por qué, con todo respeto, Federico, no pide también al Presidente Electo no sólo manifestarse solidario con los alumnos, sino ejercer presión para que en la UNAM se deje impartir cátedras que eleven los conocimientos de los muchachos? Gobernar no es sólo solidarizarse, es tomar acción y tener la valentía para decisiones (no consultas).
En la UNAM se viene en breve el emplazamiento a huelga por condiciones laborales y a días el festín de los comerciantes del 68: El 50 aniversario del 2 de octubre. Seamos todos congruentes. Solicitar la renuncia del Rector Graue con el propósito de imponer a incondicionales en nada ayuda ni a la educación ni a la estabilidad del país.
Y si gustan, libros en mano, revisamos cuántos hombres han gobernado, generado cambios, modificados sistemas, estructurado a las sociedades y con esquemas visionarios, aún padeciendo graves padecimientos físicos: Gilberto Rincon Gallardo, Stephen Hawking, Franklin Delano Roosevelt, el mismo Beethoven, Frida Kahlo, el invidente Dándolo, José Feliciano, el tartamudo Demosthenes, el manco almirante Lord Nelson y podríamos continuar con una extensa lista, incluyendo a los campeones paralímpicos, que han dado ejemplo de dignidad, pundonor, ética y excelencia.
Pero a veces la atrofia está más en la manipulación burda que en el reconocimiento a virtudes y talentos que generalmente no presentan los aguerridos críticos.