- Destrucción
- Por Carlos Ramos Padilla
RedFinancieraMX
Tendríamos que revisar los cambios sexenales. Cada nuevo gobierno con sus aliados y colaboradores intentan, sin duda alguna, arrancar de manera distinta a como lo hicieron sus antecesores para dejar constancia de que se está trabajando.
Presentan nuevos programas, cambian de nombre a dependencias, llaman a pactos políticos y sociales, emprenden carreras en la propaganda con frases…
De alguna manera he expuesto que los informes de gobierno sirven para un lucimiento temporal, se dice lo que han hecho, vaya aplausos, pero nunca se informa sobre lo que dejaron de hacer.
En la toma de protesta de los nuevos gobernantes pareciera que se está inventando a México. Se deja a un lado lo hecho y vienen los toques y los retoques. Pero por vez primera percibo que ahora las cosas son muy distintas, radicalmente diferentes.
No sólo se integraron al equipo de trabajo del gobierno federal personajes que han sido desprestigiados y acusados años atrás y que hoy son pilares para la credibilidad.
Se sumaron al equipo gobernante individuos con antecedentes penales pero que son defendidos bajo el sello de “víctimas”.
Llegaron detonando todo tipo de calificativos a los opositores pero más aún hay señalamientos graves de corrupción sin demostrar con pruebas.
Pero lo más lamentable es que lejos de adecuar, proponer, sugerir o corregir, llegaron a destruir sin alternativas viables. ¿Ejemplos? Puedo señalar dos concretos, la Reforma Educativa y la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco.
A la primera la enterraron, a la segunda la intentan inundar. En ambas no se han medido las consecuencias socio-económicas para la nación. Las políticas y el desgaste ya se están generando.
Llegaron a desaparecer todo renglón relacionado a la instrucción pública, “ni una coma” estará vigente, declaración visceral y sin sentido. Cuáles son las ocurrencias, no exámenes de admisión, no capacitación a los maestros, los niños pueden copiar y la nueva, los niños (varones) podrán ir con faldas a los recintos educativos sin siquiera medir el daño psicológico por el acoso, las críticas y burlas.
Del aeropuerto ni hablar. No han encontrado ningún elemento para consignar a nadie. Se perdieron miles de millones de pesos, cientos y cientos de empleos y una caída drástica en la confianza y credibilidad en el país.
De inmediato respingaron las calificadoras. ¿La solución? Intentar imponer Santa Lucía sin proyectos y planes maestros, estudios de impacto ambiental y las críticas demoledoras de empresas de aviación en todo el mundo por la torpeza de la decisión.
¿Y que ha pasado? Ambos incisos detenidos por tribunales federales. Tratar nuevamente el asunto migratorio pues sería aventurar ideas ahora que Estados Unidos tiene la “discrecionalidad” para revisar y calificar las determinaciones domésticas en nuestra forma de gobierno y todo ocasionado por la imposición del Presidente a abrir las fronteras a todos los migrantes en un acto populista.
Ya vemos hasta de qué manera los riesgos a la vida y salud han sido incrementados por los recortes de personal y de presupuesto. Sin duda alguna este primer semestre de la Cuarta Transformación está escribieron nuevas historias no satisfactorias aún para ningún sector pero que deja enorme inquietud sobre todo el material de seguridad.
Veremos cómo aquí, en esta etapa, la revisión, una por una de las promesas de campaña pasarán irremediablemente por una muy cuidadosa auditoría social.