Se comenta solo con…

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  • ¿Cuestión de género?
  • Por Carlos Ramos Padilla

RedFinanciera

 

Los puntos extremos del feminismo exigen espacios u festejan el arribo de mujeres fundamentalmente a cargos públicos. En algunos países como México, esto se ha convertido en una división forzada del 50/50 sin considerar capacidades sino cuotas. Sin embargo el dominio femenino sobretodo en la política lleva décadas pero no les es siguiente. En Europa Ángel Merkel, la propia Reina Isabel Segunda Margarita Tatcher, en países Larinoamericanos e incluso es Estados Unidos el ascenso femenino no ha sido solo por ello sino incluso por la pigmentación de la piel. Griselda Álvarez en México abrió espacio a las gubernaturas y pasadas las décadas la contienda presidencial se dio entre dos mujeres. Sheinbaum ganó las elecciones y es muy posible que en el vecino del norte se continúe promoviendo la personalidad de Kamala Harris o Michel Obama pero un eventual retiro de Joe Biden en busca de la reelección. E insistido y lo seguiré haciendo en que los gobiernos en sus diferentes facetas y niveles deben estar bajo el mando de seres humanos capaces, instruidos, con talento, valores y agallas. No se trata de apostar a faldas o pantalones ni a cuotas retrógradas. Hombres y mujeres han demostrado su liderazgo. Recordemos simplemente a Diana en una de las naciones más poderosos del planeta y que ganó el afecto global no por prender ser mujer sino por auxiliar a las clases más desprotegidas y vulnerables. Su lucha contra las guerras y discriminación fue ejemplar y no requiero ni máscaras, ni pasamontañas para ocultar el rostro ni tampoco de herramientas para destruir mobiliario urbano. Ahí se ve perfectamente la división entre clase y respeto hacia los demás. En México Sheinbaum tendrá que gobernar y bien sin aplaudir leyes que favorezcan la división entre hombres y mujeres y también en las consideraciones de la LGTB. El arrojo y valentía no deben fortalecerse de quebrarse de acuerdo al tono de maquillaje y menos por el color de los zapatos. Ese clamor poco alentador de quienes cobijadas por una falda exclaman “ya nos toca” manifiestan algún tipo de patología que traducen socialmente. Toca que nos gobiernen personajes honestos, dignos de llegar a esos cargos. Hombres o mujeres con estatura moral, ética y profesional. Aquellos que han impactado en la historia universal ha sido por sus restados no por su ADN. Ojalá ya se entienda.