- 15 de mayo
- Por Carlos Ramos Padilla
RedFinanciera
El 15 de mayo significa una fecha con dos valores a considerar: inicia la temporada de huracanes y es el día del maestro. En el primer inciso fenómenos como Paulina, Gilberto y recientemente OTIS han dejado una racha de desgracia pero de experiencias en suelo nacional.
Los mecanismos de prevención y de protección deben en lo sucesivo responder en lo inmediato para evitar tragedias. La ciencia y la tecnología son vitales para ello y esto nos obliga a tratar el siguiente inciso: la educación.
De acuerdo al gobierno federal nuestro país estará participando de las evaluaciones internacionales en materia educativa y estrenos expuestos a las calificaciones que de ahí se desprendan. No nos ha ido nada bien en los últimos años.
En colaboraciones anteriores he expresado el firme interés que ha listado el líder magisterial Rafael Ochoa Guzmán por revertir los atrasos y retrasos en las aulas. Lo fundamental para el país en estos momentos en contar con jóvenes educados e instruidos sobretodo en las materias de vanguardia que están generando los rápidos cambios en el mundo.
Los trabajadores de la educación son la primer línea de ataque contra el analfabetismo y la ignorancia. Incluso desde el Senado Rafael Ochoa ha impulsado líneas nuevas de conducta en el magisterio. En estos días hemos contactado como, por lo menos en promesas, los aspirantes a gobernar el país se ocupan y preocupan por la ciencia y no es para menos.
Estanos inmersos en una muy grave crisis en el manejo del agua y las contingencias ambientales ya son casi cotidianas. Incluso para prevenir daños por huracanes y sismos, la ciencia es materia prima impulsando observaciones en tierra y mediciones desde el espacio.
Aquí las matemáticas son esenciales. Los nuevos enfoques en materia educativa tendrán que consolidarse y en serio durante el próximo sexenio para sobrevivir a etapas, duras pruebas, de arrebatos ambientales. Acabamos de experimentar fenómenos solares históricos que pusieron a prueba las barreras magnéticas del planeta.
Aún así las temperaturas se elevaría sustantivamente. Las consecuencias deben ser estudiadas y corregidas por las nuevas generaciones de jóvenes que tendrán la enorme tarea de proteger los recursos naturales pensando ya en la supervivencia de especies animales y flora. Por ello este 15 de mayo debe contener un peso específico para el desarrollo y equilibrio de las comunidades. La transferencia de la educación a zonas de alto riesgo o rurales propondría ajustes para la protección del sistema alimentario y marcar rutas de evacuación en caso de un fuerte impacto de fenómenos provocados por la naturaleza como erupciones volcánicas, terremotos, tsunamis, desplazamiento de la corteza terrestre, granizadas, plagas, huracanes o tornados por mencionar a algunos.