- Lo dicho
- Por Carlos Ramos Padilla
RedFinancieraMX
Respeto a la tragedia del desplome del helicóptero en Puebla el pasado 24 de diciembre nada se obtuvo, a nadie convencieron, crecieron las dudas y el enfado.
Sí tenían las grabaciones, sin decirlo, las habían reservado. Ahí estaban y da la impresión que fueron editadas, manipuladas. Hay opacidad y confusión por dos declaraciones, la primera, cuando Barbosa aseguró que no era “la primera vez que ocurre un magnicidio”; la segunda, en el momento que en su tropiezo oral señaló que los testimonios se reservaban por asuntos de “seguridad nacional”.
Pues hoy no pasó nada. Lo importante, lo de trascendencia fue una carta enviada al presidente por la propia madre de Martha Erika Alonso, la gobernadora fallecida.
Pone tono, dice verdades y exige en voz propia lo que merecemos todos los mexicanos, que se cumpla la palabra empeñada y con la ley. Da la sensación que se sacudieron el tema para no perder electoralmente Puebla.
Jimenez Espriú ya había afirmado que la “reserva” era normal. Lo cierto es que la torre de control intento contactar al helicóptero en once ocasiones pero el accidente ya habia ocurrido.
Dicen qué hay una pieza faltante en la aeronave pero que “ no es relevante”. No hay atentado ni error humano, concluyeron. No hay indicio de una equivocación de los pilotos. “Tiene las manos manchadas de sangre” apuntó en su misiva la madre de Martha Erika refiriéndose a Barbosa y aún con todo las autoridades no han iniciado una investigación.
El Presidente apuntó que “no se mete en esto porque es partidista”. Mejor usted arme criterio sobre este punto. Pienso que demandar justicia e investigación sobre la muerte de un ser humano, en una tragedia de esta magnitud, no debe menospreciarse ni calificarla de “partidista” .
No quedamos conformes con lo apenas dado a conocer hay muchas contradicciones.