- Impactarán factores internos y externos
RedFinanciera
El ánimo de los inversionistas del mercado de cambios continuará durante esta semana, con la expectativa de que el peso mexicano regresaría hacia un precio cercano a los 18 pesos por dólar, y en espera de encontrar nuevamente su nivel de consolidación ubicado entre 17.90 pesos como nivel mínimo y 18.50 pesos por billete como precio máximo.
La continuación de la fortaleza de la moneda mexicana seguiría sustentada una vez más por el endurecimiento de la política monetaria interna, la cual es explicada por aumento sostenido de la tasa objetivo del Banco de México en los últimos meses, aunque en este último anuncio de política monetaria la incrementó solamente 25 puntos base para ubicarla en 11.25%.
Es probable que el Banco de México (Banxico) realice un nuevo aumento en su tasa objetivo previsto para la reunión que sostendrá a finales de este mes de abril, estimado en un cuarto de punto, por lo que, la tasa de interés de referencia se ubicaría en un nivel de 11.50%.
El banco central quizá podría hacer una pausa en sus incrementos a partir del anuncio de política monetaria de mayo, sin embargo, esta pausa dependería en gran medida de la evolución de la inflación interna.
En el último reporte correspondiente a la primera quincena de marzo, la cual en términos anuales se ubicó en 6.85%, bajando desde 7.62% en febrero y alcanzando su menor nivel desde octubre del 2021. A tasa mensual, la inflación se ubicó en 0.27%, por debajo de la inflación promedio de 0.91 para el mismo mes del 2021 y 2022, lo que confirma la disminución de las presiones inflacionarias.
La evolución de la inflación interna previsiblemente seguiría siendo positiva para los próximos meses, sobre todo abril, mayo y junio, que coyunturalmente las inflaciones de estos meses son relativamente bajas, existiendo la posibilidad de observar una inflación cercana al 6%.
En ese contexto, el tipo de cambio peso-dólar podría reaccionar positivamente, aunque, es posible que el nivel alcanzado de 18 pesos por dólar ya integraría estas menores presiones inflacionarias. Lo único que podría seguir fortaleciendo a la moneda mexicana sería la llegada de inversión extranjera directa como los anuncios relacionados con el “nearshoring”.
El ánimo de los participantes del mercado también estaría relacionado con la aparente confianza que existiría sobre los menores efectos de la crisis bancaria estadounidense en el mercado financiero internacional, ya que lo último que se comentó fue el posible contagio al banco alemán Deutsche Bank.
La revaluación mexicana llegó para quedarse, aunque existe un evento que podría inquietar a los inversionistas como la posibilidad de entrar la economía de Estados Unidos en recesión que previsiblemente podría darse en el último cuatrimestre de este 2023, esta expectativa comenzó a manejarse nuevamente con la caída la actividad económica en el mes de febrero.
En la semana pasada se publicaron datos económicos negativos en Estados Unidos, como el índice manufacturero (ISM) correspondiente a marzo, el cual se ubicó en 46.3 puntos, por debajo de los 50 puntos que implica crecimiento de la economía.
Además, se publicaron las vacantes laborales de febrero, las cuales se ubicaron en 9.931 millones, su nivel más bajo desde mayo del 2021, mientras que los pedidos de fábrica de febrero cayeron 0.7% mensual y los pedidos de bienes duraderos disminuyeron 1.0%.
Por último, las exportaciones estadounidenses cayeron 2.7% en febrero, siendo su mayor caída desde mayo del 2020, mientras el índice no manufacturero de marzo (ISM servicios) retrocedió a 51.2 puntos de 55.1 puntos registrado en febrero, muy debajo de la expectativa del mercado de 54.4 puntos.
Es posible que el tipo de cambio peso-dólar por el momento no reaccione de manera violenta a estos eventos, pero no hay que perderlos vista, pues seguramente a partir del segundo semestre podría comenzar a ejercer presiones en el mercado cambios, con la perspectiva de empezar a observarse cierto nerviosismo entre los inversionistas del mercado de cambios.