- Se espera que la inflación general converja a la meta en el tercer trimestre de 2026
- En el cuarto trimestre se contrajo la economía, mientras que el empleo, reconoce
RedFinanciera
En su primera reunión de decisión de política monetaria en 2025, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió disminuir en 50 puntos base la Tasa de Interés Interbancaria a un día, ubicándola en 9.50%, con efectos a partir de mañana viernes 7 de febrero.
En su comunicado, el Banxico señala que durante el cuarto trimestre de 2024, la actividad económica global mostró un crecimiento menor al registrado a lo largo del año. La economía de Estados Unidos se mantuvo sólida, mientras que el proceso desinflacionario mundial avanzó. La Reserva Federal mantuvo sin cambios su tasa de referencia, mientras que las tasas de interés gubernamentales aumentaron y el dólar estadounidense se apreció en un contexto de incertidumbre.
En el caso de México, las tasas de interés de valores gubernamentales disminuyeron en todos los plazos. El peso mexicano se depreció tras el anuncio de aranceles por parte de Estados Unidos, aunque se recuperó luego de que se pausara su entrada en vigor. La actividad económica nacional registró una contracción, mientras que el empleo mostró signos de desaceleración.
Banxico prevé que el entorno inflacionario permita seguir con el ciclo de recortes a la tasa de referencia, si bien manteniendo una postura restrictiva. Tomará en cuenta los efectos de la debilidad de la actividad económica, así como la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a
lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria.
Las acciones que se implementen serán tales que la tasa de referencia sea congruente, en todo momento, con la trayectoria requerida para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3% en el plazo previsto. El Banco Central reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable.
Se indica que desde la pasada decisión de política monetaria, en México las tasas de interés de valores gubernamentales registraron disminuciones en todos sus plazos. El peso mexicano operó en un rango amplio, sin exhibir una clara tendencia y manteniendo un comportamiento ordenado.
Ante el anuncio de imposición de aranceles, presentó una depreciación importante que se revirtió una vez establecido el acuerdo de pausar su entrada en vigor. En el cuarto trimestre se acentuó la debilidad de la actividad económica nacional, al registrarse una contracción. En el mercado laboral, el empleo se ha desacelerado. El balance de riesgos para la actividad económica se encuentra sesgado a la baja.
La inflación general se ubicó en 3.69% en la primera quincena de enero. Desde principios de 2021 no se localizaba en niveles similares. La inflación subyacente se situó en 3.72% en el mismo periodo, nivel cercano a su valor promedio entre 2003, cuando se definió la meta permanente de 3%, y 2019. Las expectativas de inflación de mediano y mayor plazo permanecieron relativamente estables en niveles por encima de la meta.
Los pronósticos de inflación son similares a los de la reunión anterior. Se espera que la inflación general converja a la meta en el tercer trimestre de 2026.
Los anuncios de cambios de política económica por parte de la nueva administración estadounidense han añadido incertidumbre a las previsiones. Su materialización podría implicar presiones sobre la inflación en ambos lados del balance.
En adición, los pronósticos están sujetos a los siguientes riesgos. Al alza: i) persistencia de la inflación subyacente; ii) mayor depreciación cambiaria; iii) disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales; iv) mayores presiones de costos; y v) afectaciones climáticas. A la baja: i) una actividad económica menor a la anticipada; ii) un menor traspaso de algunas presiones de costos; y iii) que el efecto de la depreciación cambiaria sobre la inflación sea menor al anticipado.
Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza. Sin embargo, el episodio inflacionario derivado de los efectos de la pandemia y del inicio de la guerra en Ucrania se ha venido resolviendo.