Rappel en el Cerro de la Estrella: descubre el lado aventurero de Iztapalapa

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  • Observa el atardecer mientras practicas turismo de aventura dentro de un Parque Nacional con vestigios arqueológicos en CDMX

RedFinanciera

Para sorpresa de muchos, al oriente de Ciudad de la México se encuentra un Área Natural Protegida con categoría de Parque Nacional. Nos referimos al Cerro de la Estrella en Iztapalapa, el cual, durante la época prehispánica fue uno de los centros ceremoniales más importantes de la cultura mexica para la celebración de la ceremonia del Fuego Nuevo, que sucedía cada 52 años.

Y es aquí, en este cerro también llamado Huizachtepetl, donde puedes sacar tu espíritu aventurero haciendo rappel. Esto incluye una visita al Museo Fuego Nuevo si realizas la reservación a través de Civitatis, empresa empresa líder en la distribución online de visitas guiadas, excursiones y actividades en español por todo el mundo.

Inicia la aventura

Para sumergirte entre lo natural y lo prehispánico, la actividad inicia conociendo las salas del museo, cuyo edificio asemeja una pirámide. Aquí encuentras reproducciones del antiguo calendario de códices, la explicación de la leyenda de los cinco soles, mapas de Culhuacán e Iztapalapa de 1580 y, por supuesto, maquetas con todo lo relacionado a la ceremonia del Fuego Nuevo, que se caracterizaba por incluir sacrificios humanos.

Descenso sagrado

Cuando el sol inicia su camino hacia el ocaso, es momento de equiparse con casco y arneses, por supuesto con el apoyo de un guía. Entonces, te internas por los senderos del parque que llevan a una de las laderas del Cerro de la Estrella, cuya pared alcanza los 10 metros de altura.

No te preocupes si jamás has realizado rappel, ya que al tratarse de un taller, cuentas con un entrenamiento previo donde aprendes desde la posición correcta para iniciar hasta cómo mantener los pies para deslizarte con facilidad por la cuerda y no chocar contra la pared. Además, durante el descenso vas acompañado del guía, quien se encarga de frenar y dirigir tu cuerpo en caso de ser necesario.

Con los pies de nuevo en tierra y para celebrar, el recorrido de cuatro horas finaliza con una comilona de ¡tacos chilangos!