- Lo capturan para venderlo como mascota, sin saber que no sobrevive al cautiverio
RedFinancieraMX
El quetzal es un ave clasificada en peligro de extinción que sobrevive a sus depredadores naturales, pero sobre todo a los humanos que lo capturan para venderlo como mascota, sin saber que no sobrevive al cautiverio.
Los antiguos mexicanos ornamentaban penachos, estandartes y vestiduras de soberanos y sacerdotes con las plumas del quetzal (del náhuatl, quetzalli: cola de plumas brillantes, y del maya, pluma brillante y preciosa).
Era considerado símbolo de poder y riqueza, fertilidad, abundancia y de vida. La ciencia ha encontrado a los antepasados del quetzal en ecosistemas similares de África, Europa y Asia.
En su página electrónica, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) destaca la existencia de una norma que la clasifica en peligro de extinción, por lo cual se han establecido zonas protegidas para salvaguardar sus hábitats.
Esta ave monógama habita los bosques tropicales y subtropicales y se alimenta de aguacatillos, insectos y moluscos, lagartijas y ranas. Sus depredadores naturales son las ardillas y otros mamíferos nocturnos como búhos, halcones y aguilillas.
Su hábitat son los bosques de niebla, cada vez más reducidos. En los mapas aparecen 21 pequeñas inserciones desde el sureste de México hasta Panamá, pasando por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, donde los quetzales vuelan no más de 30 kilómetros.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) señala que la Reserva de la Biósfera El Triunfo, en México, la Sierra de las Minas, Guatemala, Panamá y algunos sitios de Costa Rica, podrían contener al menos 100 parejas reproductivas, y que en Panamá la abundancia de individuos es tres veces mayor que en nuestro país.
Esta ave, considerada la más bella de América, es una especie protegida no sólo en México, sino internacionalmente.
La Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, establece la prohibición de traficar con ejemplares vivos o muertos o con productos o subproductos de quetzal, en tanto que la NOM-059-Semarnat-2010 lo clasifica en peligro de extinción.