- Afectan el panorama el tema de la migración y el cobro de aranceles a las exportaciones mexicanas
- Por Ricardo Jiménez
RedFinancieraMX
Después de registrar fuertes movimientos volátiles el tipo de cambio peso-dólar, donde alcanzó un precio máximo del año de 19.82 pesos (3 de junio), en la semana previa registró mayor estabilidad al finalizar en un precio de 19.1480 pesos por dólar, observándose una apreciación semanal de 2.25%, equivalente a 44.0 centavos de ganancia.
Es importante destacar que la posición especulativa del peso en el Mercado de Futuros de Chicago (CME) se mantiene a favor de la moneda mexicana, pues al cierre de la semana del 11 de junio se ubicó en 2,649 millones de dólares, contra lo observado en la semana previa de 3,169 millones de dólares.
Sin embargo, la moneda mexicana mantendrá movimientos volátiles en los próximos días, debido a que continuarán las amenazas del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump sobre el tema de migración y el cobro de aranceles a las exportaciones mexicanas.
El primer mandatario estadounidense le dio al gobierno mexicano 45 días para que corrija la situación de la migración hacia el país vecino del norte, por lo que de no satisfacer los requerimientos realizados por el Presidente Donald Trump nuevamente podría arremeter en contra de las exportaciones mexicanas.
El tipo de cambio peso-dólar bajo ese contexto podría regresar nuevamente a la senda de fuertes movimientos volátiles, con amplias posibilidades de operar por arriba de los 19.50 pesos por billete verde, como sucedió en la primera semana de junio del presente año.
La divisa mexicana mantendrá relativamente calma en los próximos días, con el pronóstico de observarse cotizaciones en promedio de alrededor de 19.20 pesos por dólar, por lo que, seguirá respetando el precio de “soporte” de los 19.0 pesos, además de presentar un precio máximo de 19.50 pesos.
La relativa calma del mercado de divisas nacional se explicaría en parte por la reunión que sostendrá el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed), donde se espera que la Fed tome la decisión de no incrementar su tasa de interés de referencia que actualmente se encuentra en 2.50%.
Sin embargo, es importante observar cuál es su postura respecto al futuro de la política monetaria estadounidense, es decir que tan relajada o neutral será el comunicado que emita la Reserva Federal.
Los datos económicos más recientes anunciados en Estados Unidos fueron positivos sobre todo en la parte de consumo, con una tasa de desempleo que se mantiene con niveles bajos desde hace varios años.
Además, de sorprender el reporte de producción industrial de mayo al salir positivo, lo que, a manera de ver las cosas en el corto plazo, elimina la posibilidad de una acción por parte de la Fed.
En el contexto anterior, existe una disyuntiva en lo que le apuesta el mercado a una baja de la tasa de referencia de la Fed, prevista para la siguiente reunión del 31 de julio, o bien lo que espera el consenso de los analistas en una encuesta que realizó la empresa Bloomberg, la cual se publicó la semana pasada, donde el consenso de los analistas estima que la Fed podría bajar su tasa de interés en 25 puntos base hasta la reunión de diciembre.
Los analistas del medio financiero estiman una semana tranquila, aunque habría que estar atentos a las noticias que pudieran generar sobre todo en Estados Unidos, donde además del anuncio de la política monetaria, se esperan las encuestas de actividad empresarial como el Empire Manufacturing y el PMI manufacturero de junio.
Es importante destacar que los bancos centrales de Reino Unido y Japón realizarán el anuncio de su política monetaria, con el pronóstico de no realizar cambios en sus tasas de interés, además, el banco central de Noruega también se reunirá para definir su política monetaria, donde los analistas esperan un aumento de 25 puntos para ubicar su tasa de interés en 1.25%.