- Se considera que nadie ganó, sólo privaron los ataques y golpes bajos
RedFinancieraMX
En el primer debate cara a cara entre Donad Trump y Joe Biden por la presidencia de los Estados Unidos no hubo propuestas, sólo ataques constantes, golpes bajos, insultos y descalificaciones.
Joe Biden llamó “payaso” a Donald Trump varias veces, y a lo largo de la comparescencia en televisión, el candidato demócrata a la presidencia lo calificó como “racista” o “mentiroso”.
Trump tampoco se quedó atrás y en el primer debate presidencial celebrado en Cleveland, Ohio, el presidente le pidió a su contrincante que no le hablara de inteligencia puesto que “no tiene ninguna”, además de interrumpirlo tantas veces como le vino en gana pese a la insistencia y la frustración de Chris Wallace, el periodista de Fox News, quien moderó los 90 minutos del encuentro que fue insólito en la televisión estadounidense.
Para la prensa internacional, el debate no tuvo un ganador claro y se estima que muchos votantes salieron tan confundidos e indecisos como al principio.
Trump echó mano de los presuntos negocios turbios de Hunter Biden en Ucrania y Rusia que le costaron un impeachment, y se refirió a su otro hijo, Beau Biden, fallecido en 2015 por un tumor cerebral. “No fue un perdedor”, dijo el ex vicepresidente en referencia a un comentario anterior de Trump sobre los veteranos de guerra, visiblemente molesto.
Pero Trump abandonó Ohio dejando una imagen de persona grosera al que Wallace tuvo que parar los pies en varias ocasiones. “Estoy debatiéndole a él, no a ti, pero está bien, no me sorprende”, se quejó Trump al sentirse poco querido por el moderador y sus preguntas. Tal fue el intercambio de comentarios, pisándose unos a otros, que el periodista reconoció estar perturbado casi al final del debate.
En medio del caos, afloraron frases para el recuerdo. Hablando de sanidad, Trump dijo que en sus tres años de mandato había conseguido reducir tanto el precio de fármacos que la insulina “ahora es tan barata como el agua”. Dijo además que la idea de inyectarse lejía para combatir el covid fue un “sarcasmo”, pese a haberlo dicho muy en serio en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
También sacó pecho por sus criticados eventos electorales, repletos de gente sin mascarillas y sin distancia social alguna pese a la pandemia. Indicó que sus seguidores asisten “porque la gente quiere escuchar lo que tengo que decir”. En cambio, a los dos Biden van “solo tres personas. Si hubieras conseguido público, hubieras hecho lo mismo”, manifestó.
En el segmento dedicado a la economía, reconoció abiertamente que no quiere pagar impuestos y que solo un “estúpido” no hubiera usado la legislación fiscal durante la era Obama para reducir al mínimo la cantidad a pagar. “Es lo que hacen otros empresarios”, afirmó sin tapujos.
Pero Biden le reviró: “Eres el peor presidente que ha tenido Estados Unidos”.
Cuando llegó el momento de hablar de racismo, el republicano se negó a condenar de forma explícita la violencia de los supremacistas blancos y los grupos neonazis. “Todo lo que veo pertenece a la izquierda”, referido a Antifa y otros grupos radicales que han ganado protagonismo durante las protestas por la muerte de George Floyd y el Black Lives Matter, un movimiento que Trump se ha negado a apoyar.