- Talento para la nueva era
- Por Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva y autor de Liderazgo para todos
RedFinancieraMX
En el mundo post pandémico las predicciones ya no son una posibilidad de gestión. Y además de ello el liderazgo debe encontrar talento capaz de sobreponerse a los escenarios menos imaginados y actuar de inmediato.
Nuestra era no puede denominarse sólo digital y el concepto de “creatividad” ahora resulta muy soso ante todo lo que se debe enfrentar en el mundo de negocios y laboral en el día a día. Pero cualquiera que sea el nombre que se le imponga a nuestra era, es crucial que los profesionistas dominen diversas competencias para asegurar la agilidad que logre adaptarse a los requerimientos del mercado.
Más aún, se trata de competencias para sobrevivir a innumerables shocks del futuro.
¿Qué profesionistas debe privilegiar el líder? Los que tengan estas competencias:
Adaptabilidad. Deben lidiar con cambios constantes e imprevisisbles, por lo que conviene que tengan un “blindaje” natural para adaptar sus percepciones, procesos y sluciones a nuevas prioridades, recursos y demandas. Bienvenidos quienes encuentran en los retos nuevas oportunidades de negocio, crecimiento y ahorro.
Inteligencia emocional. Es conveniente tener un control de las propias emociones y permitirse expresar empatía y experimentar nuevos modelos de negociación, trabajo en equipo y toma de decisiones aún con datos ambiguos.
Extroversión. Se refiere a las habilidades sociales que permitan conjuntar equipos diversos y de alto desempeño. En nuestra era, está mejor valorado quien es capaz de generar networking productivo para sí mismo y para la empresa en la cual trabaja.
Innovador, Capaz de experimentar distintas propuestas y 2sobre la marcha” vislumbrar distintas soluciones. Esto va más allá de la capacidad de idear. Se refiere al potencial para experimentar y tolerar el error en aras de mejores posibilidades de negocio y solución a problemas inherentes a la cadena de suministro, producción y distribución.
Capacidad tecnológica. Es una derivación importante de la capacidad de adaptar cambios. Se trata de un profesionista altamente versátil que no tema asumir que la tecnología representa una oportunidad de hacer más y mejor en cada uno de los puestos de trabajo en los que opere.
Aprendizaje continuo. Esta competencia generará profesionistas siempre actualizados en todas las herramientas disponibles en el mercado e, incluso, podrán anticiparse a cambios trascendentales e impensados al conocer diversas herramientas, tendencias y casos de éxito. Sabemos que los casos de éxito aparecen todos los días y se requieren colaboradores capaces de instrumentar de manera inmediata benchmarking y captar las mejores prácticas y soluciones a determinados problemas o contextos.
Una década atrás ya se vaticinaba que la selección de personal enfatizaría las actitudes más que las aptitudes, pues los conocimientos formales se estandarizan. Sin embargo, a medida que existen más cambios imprevistos, mayor adopción tecnológica y avances, crecen las necesidades de personal capaz de aprovechar los contextos que vive y generar oportunidades. Es decir, la era del trabajo rutinario e indiferenciado creará más puestos de trabajo y oportunidades a aquellos que logren aportar experiencia, conocimiento talento y un compromiso sin cortapisas a determinadas causas.
Bienvenida la nueva era del talento holístico.