- A 2 años del terremoto, sin cuentas claras
- Partidos prometieron y no dieron dinero
- Otra vez la sociedad sigue en movimiento
- Subasta de piezas prehispánicas, un insulto
- Por Víctor Sánchez Baños
RedFinancieraMX
El mundo comienza a existir cuando el individuo lo descubre. Carl Gustav Jung, 1875-1961; psiquiatra suizo
El 19 de septiembre del 2017, los mexicanos que vivimos en la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Estado de México, participamos en un macrosimulacro en el día en que conmemora a las víctimas del terremoto de 1985, que dejó un saldo de más de 10 mil muertos en la capital del país.
Horas más tarde, sentimos un fuerte temblor que daño, el mismo día, pero 32 años después. Muchos creyeron que se trataba de un simulacro y otros no le dieron importancia a ese tembló y se quedaron en sus viviendas u oficinas.
Todo lo demás, se conoce a la perfección. El número de muerto no fue tan grande como el del 1985, pero no dejó de ser muy importante. Muchos quedaron, como aquella ocasión, sin hogar y sin pertenencias. ¡A empezar otra vez! Lo único, lo más importante, es que quedaron con vida.
De inmediato, los políticos se volcaron a tratar de llevar agua a su tinaco. Los partidos prometieron entregar a la reconstrucción desde el 10 hasta el 50 por ciento de sus participaciones presupuestales. Otros, solo salían en la foto, llenando de polvo sus zapatos. Ninguno, de los políticos, de ningún partido, se escapó a la tentación de usufructuar la desgracia a su favor.
Vimos, me consta, a los priistas, panistas, perredistas, verdistas y, no podían faltar, los de Morena; aquellos que ahora están en los cuernos de la abundancia política. Todo, por igual, prometieron y, por igual, no cumplieron. El dinero no lo entregaron, ni hicieron lo suyo en el congreso para derribar barreras burocráticas en el proceso de reconstrucción de más de 200 mil viviendas en todo el país.
Hoy, las cosas siguen igual. Confiar en la clase política es como confiar en que algún día encontraremos el final del arcoíris o que las piedras se conviertan en agua. Simplemente, imposible.
Los únicos que cumplieron fueron los miembros de la sociedad civil. Aquellos familiares, vecinos y ciudadanos desinteresados y anónimos que dieron trabajo y dinero a través de cuentas bancarias que, por cierto, es necesario que se den a conocer los estados de cuenta de dichas aportaciones.
Empresas, fundaciones y otros organismos, que aprovechan para promoverse como “responsabilidad social corporativa”, entregan casas, escuelas y otros inmuebles públicos para beneficio de las poblaciones que resultaron dañadas por los sismos de septiembre del 2017.
En 1985, la voracidad de políticos del gobierno de Miguel de la Madrid, así como de banqueros (en aquel entonces del gobierno), se dieron vuelo en quedare con millones recolectados para la reconstrucción de la capital de la República. No rindieron cuentas. Solo fue efectivo el trabajo de miles de mexicanos que reconstruyeron, muchos con las manos ensangrentadas de trabajo con piedras y desechos de construcción, casas y edificios.
El mérito, al cien por ciento, se lo llevan los mexicanos de a pie. Los políticos, una vez fallaron.
PODEROSOS CABALLEROS: La subasta de 120 piezas arqueológicas en la casa francesa Millón, es un insulto a México. La embajada de nuestro país en París, que encabeza Juan Manuel Gómez Robledo, debió haber interpuesto una demanda penal contra los promotores de la venta. Sí es una poderosa casa de subastas a nivel mundial, pero el país merece respeto a su patrimonio cultural. Si se encuentran piezas arqueológicas egipcias a subasta, incluso en París, de inmediato, es frenada, hasta demostrar que llegaron a ese país en forma lícita. Las piezas son patrimonio de México, no de particulares, de acuerdo a nuestras leyes. Si no exigimos respeto, aunque se molesten los que se apropiaron de esas piezas, ocurrirán más subastas humillantes. La ley, incluso en Francia, nos protege. No sólo salgan en la foto como boxeadores de barriada. La Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz, sólo envió una nota, pero nada trascendente. *** Imper Precision, el fabricante de componentes de fundición más grande de china arribó a San Luis Potosí, entidad gobernada por Juan Manuel Carreras, con una planta que le permite atender al sector automotriz y aeroespacial de la región y una inversión superior a los 120 millones de dólares. Surtirá de productos a la BMW, General Electric, Robert Bosh, Cummins, Honeywell, EATON, General Motors y Caterpillar entre otras.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: INFINITI, la marca japonesa de vehículos premium, con tecnología que se usa en viajes espaciales, desarrolló el asiento “cero gravedad” (Zero Gravity). El vicepresidente de marketing global de Infiniti, Mike Colleran, presentaron el SUV mediano QX50 diseñado para mayor comodidad en viajes más largos. La Universidad Keio de Tokio, de la mano del Laboratorio Yamazaki de la universidad midieron el diseño de nuestros asientos según los estándares de la NASA para una postura neutral del cuerpo. De esa manera ayudan a los pasajeros a ayudar a reducir la fatiga física. Los ocupantes pueden llegar a su destino renovados, después de haber completado su propio “alunizaje diario” con cada viaje.
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