- Por Miguel Ángel López Farías
RedFinancieraMX
Seré breve pues ningún cálido rico alcanza: ¿Cuál es la diferencia entre un diputado acusado de abuso sexual y un ministro que acepta el dulce de la reelección?
Aunque desproporcionados los ejemplos, el deseo surge de la misma región conductual.
La obtención del poder, quien se impone sexualmente a un jovencito en un acto de violación busca satisfacer un retorcido deseo y cínicamente se ampara en el fuero.
Quien viola la constitución aun sabiendo que juró cuidarla y se arroja a los brazos de la seducción del poder presidencial es comparable al caso del abusador.
Podrían parecer que no son iguales, pero la inmoralidad los motiva.
Lo dicho, no necesitamos repetir los nombres de quienes uds. ya saben.
No tienen remedio.
Sea la charola de diputado o el acto de la reelección para demostrar a todos que son superiores a los demás los convierte en antihéroes, serviles actores de una pantomima que le está costando demasiadas lagrimas a este México.