- Por Miguel Ángel López Farías
RedFinancieraMX
A abril la mataron en noviembre, pero el infierno, lo cruento se dio en enero, y como todo drama, el tejido de su asesinato se dio años atrás, cuando la convivencia con su marido, un tal Juan Carlos “n”…a quien se le ha colocado el apellido de haber sido creo de dos grandes compañías, como “machucón” a quienes lo habrían contratado, satanización bien ganada por no investigar a quienes contratan, pero ese es otro tema.
Abril fue callada de dos balazos, antes, un bat, un cutter, instrumentos para tratar de asesinarla…el marido, detenido por intento de homicidio tuvo el dinero y la oportunidad de encontrarse en un país, en una ciudad en donde corromper es como respirar, tan sencillo que bastó un despacho caro de abogados, contactos y un par de jueces y un magistrado para darle luz verde para que saliese libre.
Abril siguió gritando, machacando a los cuatro vientos el tamaño de injusticia cometida en su contra…la hija de abril, Ana Cecilia, ha encontrado en las redes sociales la manera de catalizar todo el dolor que este golpe les dio, elaborando un hilo en la narrativa, mostrando imágenes, preguntando de manera dura, durísima el por qué el silencio de las mujeres en México, el por qué la muerte de una mujer, planeada de esta manera tal y como sospechan los investigadores capitalinos, es que tenga el mismo peso que el resultado de un partido de futbol, o sea, que no mueva ni conmueva, y ahí radica la mayor de las desgracias, pues aunque se ha impulsado todo tipo de leyes, de alertas de género, de aduanas protectoras, de llamados, de marchas, en el país poco se avanza en materia de protección de las mujeres, todas ellas carne de cañón de violadores, de secuestradores, de acosadores, de asesinos.
Hombres que orbitan desde la más cruda impunidad en una danza en donde saben saldrán vitoriosos por que el sistema, elementalmente machista, los protege.
Hasta que llegan las abriles y todo revienta, hasta que nuevamente nos enteramos de que esta madre de familia de 46 años fue víctima de la crónica anunciada de una muerte a balazos ¿todo por qué?
Por qué un hombre con el suficiente poder adquisitivo pudo hacer bailar a los que tendrían que haber procurado justicia soy de los que opinan que lo de las marchas feministas muestran trazos de intolerancia y violencia excesivas, pero después de saber que Abril fue asesinada poco a poco hasta llegar a noviembre, despues de dar cuenta del rosario de crímenes cometidas en contra de ellas, no queda más que cerrar la boca y aceptar que las mujeres se van quedando sin opciones para defenderse de la violencia cometida por los hombres.
La hija de Abril, Ana Cecilia, no menciona por su nombre a Juan Carlos “n”, su padre, es demasiado pedirle a quien no se alcanzó a despedir de su mamá, sin embargo suelta la lápida de su verdad: “el silencio es letal en el maltrato hacia la mujer, nosotras calladitas, no nos vemos más bonitas, somos el grito de las que no tienen voz”, si abril no lo conmueve, permítame dejarle estos datos datos recabados tan solo entre octubre y noviembre; 933 feminicidios, un aumento del 17 por ciento.
35, 565 asesinatos en lo que va de este sexenio, 11 meses de la peor crisis de inseguridad que se tenga memoria…cuantos abriles más se necesitan para que las cañerías de un sistema de justicia, de una sociedad machista sea destapada? Ud dígalo, ¿cuántas se necesitan?, porque es evidente que ni a este, ni a otros gobiernos, ni a políticos, de a mujeres encumbradas en jefaturas o magistraturas les importa el destino de uno de las suyas.