- Por Miguel Ángel López Farías
RedFinancieraMX
Este personaje lo conoce muy bien, compañeros de batallas desde hace años, en cortito me confesaba que su amigo, el presidente de México, se le ve irritable, molesto…en ese mismo campo de confianza le pedí autorización a transmitir esto, claro, se puede, pero sin dar detalles sobre un par de reuniones en donde el mandatario ha estallado en contra de sus colaboradores.
AMLO está acostumbrado a salirse con la suya, y lo señalo así, con nombre y no con cargo, pues el hombre detrás de la banda presidencial ha fijado un estilo personal de hacer política a punta de coraje, de riñones, voluntad pura…y esa terquedad lo ha llevado hasta el mismo palacio nacional, pero ya investido como presidente le ha costado mantener esos equilibrios, pues una mala decisión del jefe del ejecutivo acarrea consecuencias y hasta el momento no han sido benéficas para él y su proyecto de nación.
Hace más de un mes ha recibido en privado a sus secretarios de estado, a sus asesores, los más cercanos y confiables para él, y el volumen de los señalamientos sobre lo que le han advertido comenzaron por no gustarle, una de las voces más recias y autorizadas ha sido la de Alfonso Romo, su jefe de la oficina de la presidencia e innegablemente un hombre con fuertes lazos en los sectores empresarial y quien simplemente le puso sobre la mesa, él y sus asesores, los riesgos de continuar sosteniendo una estrategia de confrontación en contra de los empresarios.
Se sabe que el presidente tomo nota, que no “respingo” y que, como pocas veces, replanteo sus líneas de colaboración y acercamiento con los del dinero en México, pero el caso de Romo no ha sido el único, sus leales entre los leales también han realizado una serie de opiniones que ya no figuran entre lo que podría considerarse lealtad ciego y poco critica, de ahí han surgido los primeros intentos de revisar lo del tren maya y la refinería de dos bocas como parte de decisiones equivocadas y que tendrían un costo mayor para su gobierno, pero un punto que ha sido insistido por este personaje que me confió con detalles este tipo de reuniones es que le han pedido que replantee su relación con los medios de comunicación, el cual, hasta el momento le ha costado al mandatario un innecesario desgaste debido a sus fobias hacia los periodistas, nadie asegura que esto vaya a cambiar pues para el presidente existen realmente intereses oscuros entre los grandes medios de comunicación para descarrilar su cuarta transformación, por ello, y con esa creencia es que el presidente mantiene una soterrada guerra en contra de los comunicadores, pero ya le han dicho , le han aconsejado dejar de lado esa batalla, pues a la larga podría generarle más perdidas que beneficios, sobre todo porque fuera de la esfera de la información, se suman decisiones que le han acarreado que su popularidad se vea afectada, revisemos lo de Culiacán, lo de LeBarón, el pleito con los Calderón, lo de evo y el enojo de Washington, así como la eterna inseguridad y el agudizamiento de la recesión económica, y por si fuera poco hasta la anodina comisión nacional de derechos humanos fue elevada a rango de escándalo por una burda imposición…se me ha dicho que al presidente lo ven agobiado, lo cubre bien, pero son cada vez más los arranques de enojo, como muestra de una sensible falta de control, la ventaja es que apenas lleva un año y que para sus consejeros esto significaría un tiempo adecuado para corregir lo que se deba.
No se atreven a reconocer que se presentan signos de cansancio en el mandatario, pero lo que ha comenzado como un murmullo toma forma de vertiente de opinión.
Se sabe también que lleva varios manotazos en la mesa y que muchos de los que le han acompañado ya no se encuentran muy a gusto, tal vez cansados del desgaste por ese rosario de frentes abiertos, de peleas fútiles, de un evidentemente malabarismo desde palacio nacional.
La filtración de esas muestras de estado de ánimo ya no son anécdotas, y eso no tiene que ser considerado solo como comentarios de malquerientes sino como un útil termómetro de lo que sucede con la cabeza de la cuarta transformación.