Persistirá la política monetaria restrictiva de Banxico y tipo de cambio por debajo de 20 pesos

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  • Por Ricardo Jiménez

 

RedFinancieraMX

 

La política monetaria restrictiva del Banco de México (Banxico) llegó para quedarse, la moneda mexicana ahora tendrá que bailar al son que toque el banco central bajo el pronóstico de continuar subiendo la tasa de interés en los próximos meses, siguiendo la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).

 

Los participantes del mercado se encuentran preocupados ante la posibilidad de una recesión a nivel global, debido a la expectativa de mayores alzas en las tasas de interés de la Fed, tras comentarios de distintos miembros del Fed, incluyendo a Jerome Powell, respecto a la estrategia enfocada en contener la inflación.

 

El tipo de cambio peso-dólar definirá su tendencia de acuerdo a la postura monetaria del Banco de México, en el corto plazo, las cotizaciones previsiblemente se mantendrán por debajo de los 20 pesos por dólar, como ya lo había hecho en semanas anteriores.

 

El instituto central seguirá manteniendo una política monetaria restrictiva durante el segundo semestre de este 2022, esto con la finalidad de evitar un mayor deterioro de la inflación interna, la cual alcanza un nivel cercano al 8%, que no tomar severas medidas el Banxico podríamos cerrar este año una inflación de dos dígitos.

 

El peso mexicano inició la semana con un sesgo positivo ante la perspectiva de un incremento de 75 puntos base en la tasa de referencia del Banxico, para llevarla a un nivel de 7.75%, materializándose el jueves pasado, con ello, la paridad cambiaria peso dólar logró seis días de apreciación.

 

La divisa mexicana finalizó la semana con una apreciación de 2.96%, equivalente a una ganancia de 60.53 centavos para ubicarse en un precio de 19.86 pesos por dólar y con un rango de negociación de 55 centavos contra los 77 centavos de la semana previa.

 

En términos de operación, la tasa de volatilidades implícitas retomó una pendiente decreciente, con la lectura de 1 mes regresando a niveles de 11.5% desde 14.1% observado en la semana anterior.

 

El tipo de cambio peso-dólar rompió los niveles técnicos relevantes de promedios móviles de 50, 100 y 200 días, incluyendo el psicológico de los 20 pesos por billete verde. Ahora, el peso mexicano se perfilaría a romper el precio de soporte de los 19.50 pesos en las próximas semanas, que en este año no lo ha podido superar.

 

En contraste, las divisas más depreciadas fueron el peso colombiano con 5.71%, esto como resultado de las elecciones celebradas en Colombia, donde el partido de izquierda ganó en ese país, mientras el peso chileno perdió 4.69%, el real brasileño cayó 1.94%, el sol peruano retrocedió 1.8% y el peso argentino disminuyó 1.08%.

 

Las depreciaciones se derivaron en primer lugar a que la mayoría de las materias primas cerraron con pérdidas durante la semana previa, con el precio del petróleo del West Texas Intermediate (WTI) reportando pérdidas de 2.62% y cotizando alrededor de 107.35 dólares por barril.

 

Además, los metales industriales como el aluminio perdieron 1.68%, el cobre retrocedió 6.54% y el níquel mostró una caída de 12.74%.

 

En el Mercado de Futuros de Chicago (CME), pese a la expectativa de la apreciación de la moneda mexicana, la posición especulativa del peso en Chicago con cifras al 21 de junio se ubicó en 668 millones de dólares a favor del dólar estadounidense, comparado con el monto de la semana anterior de 641 millones de dólares, significó un ligero retroceso de 4.04%.

 

En la próxima semana, los participantes del mercado estarán atentos al anuncio de datos económicos en Estados Unidos, como la notificación del dato de Producto Interno Bruto revisado al primer trimestre de este 2022, la cifra de ingreso y gasto personal y el dato del ISM manufacturero a junio, estimado en 55 puntos.

 

En la parte interna, se publicará la cifra de balanza comercial a mayo, esperándose un superávit de 130 millones de dólares, empleo y desempleo, indicadores de Finanzas Públicas y remesas familiares, pronosticándose una entrada de alrededor de 5,100 millones de dólares.