- Olor a pólvora, perfume de México
- Por Francisco J. Siller
RedFinancieraMX
“Recibimos un país oliendo a pólvora, puntualizó Alfonso Durazo en su carta de renuncia a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que hoy abandona por su aspiración a gobernar el Estado de Sonora. Se va y el país sigue oliendo a pólvora, quizá más que cuando fue insaculado para encabezar la pacificación de México.
Deja un país que continúa en manos del crimen organizado, con más del doble de asesinatos que los que se registraron durante primeros 20 meses de los gobiernos de Felipe Calderón (21,690) o los de Enrique Para Nieto (32, 847), y con fracasos tan sonados como el de dejar libre a Ovidio, el hijo del “Chapo” Guzman.
De acuerdo a las mediciones del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), del 1 de diciembre de 2018, al 29 de octubre de 2020, se registraron 66,064 muertes violentas. En otros delitos, el panorama tampoco es halagüeño, ni se ha reducido de manera sensible.
Durazo le dice a AMLO en el texto de su renuncia que “hemos despojado a los grupos criminales de su capacidad para retar al Estado mexicano”. Más bien su afirmativa debió ser en sentido opuesto. El gobierno ha dejado de retar a los cárteles del narco.
También afirma que el crimen organizado ha sido privado de lo que hasta hace poco había considerado su territorio, otra afirmación temeraria, puesto que los grupos criminales siguen operando a “sus anchas”, sin que el gobierno federal pueda inhibir su acción en estados del bajío y el norte de la República.
Cierto es que las fuerzas de seguridad han dado algunos golpes mediáticos al crimen organizado, como el caso del cártel de Santa Rosa de Lima, o la destrucción de algún laboratorio que fabricaba droga sintética, pero los narcos más importantes continúan operando sin mayor obstáculo.
Ante su temeraria afirmación que entre sus logros está el haber desmantelado la capacidad de retar al gobierno, que “su capacidad para retar al estado es ahora insuficiente”, bastaría recordarle porqué dejo en libertad a Ovidio Guzmán, Hace un año, tras detenerlo en Culiacán, hace un año, para extraditarlo a Estados Unidos.
El paso de Durazo por la SSPC fue gris, sin resultados tangibles aún cuando el aspecto de la seguridad es el talón de Aquiles de AMLO, que no ha logrado con su método de”abrazos y no balazos”, garantizar la creciente percepción ciudadana de que las cosas van de mal en peor.
Hoy se espera que Rosa Isela Rodríguez, recién nombrada coordinadora de Aduanas y Puertos, sea quien sustituya a Durazo en el cargo y que coordine además el gabinete de seguridad. El presidente lo anunció en la mañanera del viernes, incluso antes de proponerlo a la funcionaria, enferma de Covid.
Si Rosa Isela tiene los tamaños o no para el puesto, ya se verá en los próximos meses. Quizá cualquier cosa que haga podrá tener el brillo que a Durazo le faltó, pero lo que sí es cierto que estar “en los zapatos” que le heredó éste, no le costará trabajo, por lo parco de los resultados que deja.
AMLO intentó persuadir a Durazo de quedarse en su gabinete, pero no lo logró. Es más fuerte su intención de convertirse en gobernador de Sonora que cualquier otra cosa. Quizá en su interior sintió que ya dió lo que humanamente podría darse o entendió que no es con amor cómo debe combatirse al crimen organizado.
Por cierto, al que si pudo convencer de no renunciar para jugar la candidatura al gobierno de Querétaro fue a Santiago Nieto, quien se quedará en la Unidad de Inteligencia Financiera y a través de su cuenta de Twitter, dio a conocer su decisión de permanecer firme en su puesto.
Nieto escribió que sería muy honroso competir por la gubernatura de su estado pero que en este momento la prioridad nacional es la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada. Ello fue luego de una platica que sostuvo en Palacio Nacional con el presidente.