Perfiles Políticos

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  • “Tres Aves Marías…”
  • Por Francisco J. Siller (*)

RedFinancieraMX

Los más de dos millones y medio de pesos que Andrés Manuel López Obrador recibió de David León Romero a través de su hermano Pío tendrán que ser auditados por el Instituto Nacional Electoral, pues fueron recibidos durante la campaña intermedia del 2015.

En ese entonces López Obrador era presidente de Morena, partido que buscaba  su primera elección como tal, y por lo tanto, el INE asignó 105 millones166,782 pesos para el sostenimiento de sus operaciones, gastos de campaña y otras actividades específicas.

Así que Morena ¿reportó a la autoridad electoral los 30 mil mensuales que el operador político del gobierno chiapaneco les entregó durante año y medio, o los dos millones —en dos entregas— consignados en los videoescándalos, dados a conocer por el portal Latinus?

¿Es que los 166.7 millones de pesos asignados por ley al partido, no le eran suficientes para enfrentar sus gastos, que requerían operadores para captar recursos en forma externa, Como David León? Todos los partidos lo hacen para cubrir gastos que no pueden justificar legalmente. Es sabido y reconocido.

Durante las últimas tres campañas presidenciales hemos escuchado hasta el cansancio la frase “no somos iguales”, pero en los hechos hay una gran diferencia, sobre todo en la retórica política, en la que la igualdad no tiene el mismo significado, sobre todo si es López Obrador el que la usa.

Tenemos un presidente que piensa que recibir dinero de alguien —aunque sea de un funcionario— es algo “normal y legítimo”, mientras que en el hecho no esté relacionado un político del PRI o del PAN, o cualquiera de esos conservadores enemigos de su régimen.

Conocido por todos es el “doble rasero” con que López Obrador mide a propios y extraños. Si estás con él los pecados se perdonan con tres aves marías y con actos de constricción a su favor. En contraparte —para los enemigos— el castigo es la hoguera y el linchamiento mediático y popular.

Pío cometió un “pecadillo”, comparado con los de Lozoya, Salinas, Calderón Peña y otros, porque en sus palabras el presidente asegura que “no sólo es el monto del dinero, que no es comparable”, dos millones de pesos contra los 200 millones de dólares de más en la venta de una planta chatarra.

En verdad ¿hay diferencia?, que no es lo mismo que un automovilista le unte la mano con uno “de a mil” a un policía, que un empresario ofrezca a un presidente  un costal de “fajos de mil” —pero en dólares— para obtener jugoso contrato, como los que otro León (Bartlett) pretendió con los ventiladores del IMSS.

Para sus adversarios López Obrador aplica a rajatabla el calificativo de corrupción, pero para su hermano, la corrupción se traduce de diferente forma.“Son aportaciones para fortalecer el movimiento”, para la gasolina, para el apoyo de quienes trabajaban en la organización de los mítines, el templete, el sonido.

Pero ya el INE cubría todos esos gastos con el dinero de nuestros impuestos, por lo que Andrés Manuel y su hermano Pío están obligados a informar en que se gastaron los más de dos millones entregados por León o si fueron directamente a sus bolsillos y no a la campaña del 2015.

León Romero recibió su premio al ser nombrado Coordinador Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación. Pago a ese apoyo durante la campaña que a la postre llevaría a López Obrador al Palacio Nacional, pero había que mejorarlo, y recientemente lo nombró para la distribución de medicamentos.

Pero los videos, que por cierto fueron grabados por el mismo León, son ahora el principal obstáculo para que dirija la empresa en formación que controlará los medicamentos del sector Salud. Así que la intención de dejar constancia de sus buenos oficios, hoy se le viene encima como locomotora desbocada.

El presidente se volcó en elogios el día que anunció la designación del funcionario de Gobernación y la creación de la empresa distribuidora de medicamentos. “es uno de los funcionarios más honestos de mi administración”, dijo. Hoy eso queda en entredicho, mientras no se aclare de dónde salió el dinero, si es privado o público.

Lo que es cierto es que exhibir un nuevo videoescándalo en estos momentos es agregar cortinas de humo a la grave problemática que enfrentamos los mexicanos, por la pandemia y sus muertos, por la inseguridad imperante, la crisis de medicamentos y la economía moribunda que nos depara el futuro mediato.

López Obrador debe tener cuidado cuando expresa un deseo. Pidió que se difundiera el video de los panistas y así ocurrió, que se conociera la denuncia de Lozoya y se filtró a las redes sociales, que se diera difusión a todos los actos de corrupción videograbadora y “alguienle cumplió el deseo.

¡Mostró a Pío recibiendo millones en su nombre..!

(*) CEO y Editor de Infórmate