- El que juega con fuego se quema
- Por Francisco J. Siller
RedFinancieraMX
Andrés Manuel López Obrador reiniciará sus giras por el país a partir del próximo martes 2 de junio, según anuncio en su mañanera de este miércoles, en un momento en el que la pandemia está en los picos más altos.
Aunque él, eso no lo toma en cuenta. Ya domó a la pandemia.
De acuerdo a su agenda, estará en Quintana Roo, Yucatán, Campeche, y Tabasco, Veracruz y el Itsmo, pero recorrerá además Puebla, en su regreso por tierra a la Ciudad de México.
Tendrá reuniones de seguridad, mañaneras, supervisará obras, instalaciones de Pemex y desde luego dará el banderazo a las obras del Tren Maya.
El primer punto será Cancún, a donde llegará en avión y con tapabocas, porque no lo dejarán subir si no lo lleva y el resto lo hará por carretera y según dice, respetando la sana distancia, sin besos ni apapachos.
De acuerdo al informe de Salud del martes por la noche, la cifra oficial registra 74 mil 560 casos de COVID-19, de los cuales 14 mil 718 se encuentran activos, y ocho mil 134 defunciones. De lo extraoficial, mejor no hablamos.
En su gira López Obrador visitará Tabasco y Yucatán que junto con la Ciudad de México son los estados de mayor incidencia de casos en las últimas dos semanas.
Parece que quiere jugar con fuego.
El gobierno federal sigue enviando mensajes encontrados sobre la pandemia. Usar tapabocas o no, reiniciar las actividades cuando hay un claro incremento en la incidencia del virus a nivel nacional. Aumentó a 11.5 por cada 100 mil habitantes.
Todos pensamos que la necesidad de reiniciar la actividad productiva del país es algo primordial, en estos momentos en los que se espera una caída del PIB para este año de entre 6.5 por ciento y dos dígitos.
La expectativa es que se pierdan alrededor de dos millones de empleos. López Obrador reconoce que hasta el mes de mayo, se han perdido ya un millón. Pero son solo los registrados en el IMSS. De los informales, ni se diga.
Piensa que con sus programas sociales resarcirá esa perdida, aunque el IMSS no los tome en cuenta, y si acaso logra llegar a ese número imposible, son empleos temporales, volátiles. Poco contribuirán a la economía.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reconoció que la primera ola de la pandemia en el país llegará a su fin hasta el mes de octubre en algunos estados.
Así que a decir del subsecretario, el primer ciclo epidémico se prolongará en junio, julio, agosto y septiembre, y advierte que para Jalisco y Nuevo León posiblemente podría tener extensión hasta octubre”.
Jalisco y Nuevo León, son los estados más productivos de la región. Quizá algunas empresas estratégicas puedan reiniciar operaciones —con limitaciones—, pero no levantarán en la economía local.
Hay que tomar en cuenta que la situación no será fácil para la Ciudad de México, para Tabasco o Yucatán, donde los picos de la pandemia van en aumento, donde la curva no se aplana, aunque se insista en ello.
El presidente debe entender que su nueva normalidad se podría convertir en un nuevo fracaso de su gobierno, sobre todo porque al terminar la Jornada Nacional de Sana Distancia un número significativo de estados estarán todavía en intensa transmisión.
Hasta ahora los pronósticos no son halagüeños. La negativa de apoyar a las pequeñas y medianas empresas tendrá graves consecuencias, tantas como no contar con programas contracíclicos que conviertan el abismo en un bache profundo, pero bache al fin.
López Obrador esta aún en tiempo de escuchar a los empresarios —los famosos diez—, no solo a los más ricos que apoyan su rifa del no avión, con los que se reúne en Palacio Nacional, sino a los que desprecia y para los que considera como adversarios corruptos y producto del neoliberalismo.
Si sigue viendo a los pobres como la tablita de salvación del país porque cree que gastarán la lana de los apoyos para incentivar la economía, está equivocado. Lo pobres seguirán siendo pobres y a sus huestes se unirán otros 18 millones de nuevos pobres. Excelente panorama.