Perfiles Políticos

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  • Amlo y su ¿manto protector?
  • Por Francisco J. Siller

RedFinancieraMX

No es lo que debemos esperar, pero el gobierno federal ha sido rebasado por la sociedad civil, las empresas y las universidades. Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador esta ocupado en minimizar la crisis por el COVID-19, se toman medidas de prevención, que de primera mano debieron surgir de la autoridad.

Mientras el peligro de que la enfermedad ataque masivamente a la población en México, López Obrador continúa como si nada. Abrazos, besos, estrechones de mano en sus actos públicos. Alguien debería decirle que debe extremar cuidados. Recordarle que tantas veces va el cántaro al río, que al final se rompe.

Entonces no será raro que el presidente pueda contagiarse del coronavirus, aunque piense en su investidura como un manto protector que puede aislarlo de cualquier peligro. Ya no se diga de su seguridad, sobre todo porque ya no tiene la protección especializada del Estado Mayor Presidencial.

El presidente López Obrador debe ser ejemplo a seguir para esos ciudadanos buenos y sabios que lo apoyan, incluso para aquellos, sus adversarios reaccionarios y conservadores y para los fifís que lo quieren fuera de Palacio Nacional. No solo ha minimizado la amenaza del COVID-19, sino que ha politizado el tema. Eso es más peligroso que el virus.

El contagio entre mexicanos está creciendo rapidamente, al último corte la Secretaría de Salud registró 53 casos. Hace 10 días solo había cinco contagiados. Un crecimiento de mil por ciento y se espera que en los próximos días la situación adquiera niveles superlativos, sin que el gobierno decrete la situación de emergencia.

Lo que Andrés Manuel López Obrador no entiende es que la solución al coronavirus no está en su retórica dicharachera, que no es cuestión, ni de historia, fortaleza o cultura. La iniciativa privada y la sociedad si lo han entendido y han implementado acciones para impedir las concentraciones públicas, fuente de contagio.

Por ello, se han cancelado temporalmente eventos deportivos y sociales, los partidos de futbol están jugándose sin aficionados, las universidades preparan clases a distancia o incluso como el Tec de Monterrey, que ya paró actividades. La Secretaría de Educación Pública, en una medida tibia adelantó vacaciones: Del 20 de marzo al 20 de Abril.

¿Por qué no hacerlo desde ya. La situación lo amerita, aun cuando niños y adolescentes se encuentran fuera del cuadro de vulnerabilidad que contemplan a mayores de 60 años con hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodeficiencias y a mujeres embarazadas.

Solo algunas dependencias gubernamentales han externado preocupación y están cerrando algunas áreas donde se reunen personas, entre ellos el Sat que cerrará sus áreas de internet, pero ello no es suficiente mientras no venga una orden directa del Palacio Nacional. Nada se mueve si López Obrador no lo dice.

El problema es que el presidente se mueve en un ambiente en el que él piensa que hay rumores y desinformación dirigidos a lesionar a su gobierno, que parten de corruptos y conservadores. Craso error. En ésta época de globalización e internet, no hay información valedera que no esté al alcance de todos.

Así que si sigue pensando que el coronavirus nos hará lo que el viento le hizo a Juárez, y no toma su papel de verdadero gobernante, seguirá siendo rebasado inmisericordemente por la sociedad civil, esa tan experimentada por la pandemia del H1N1, que nos golpeó en 2009.

Ya se equivocó con las feministas, hoy con el coronavirus ¿y mañana..?