Péndulo político

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  • Por Emiliano Carrillo Carrasco

 

RedFinanciera

 

Las políticas públicas y sus  retos democráticos:

“ Las normas y programas gubernamentales, esto es, las decisiones que surgen como resultado del sistema político ” (Dunleavy).

La democracia participativa ha puesto en evidencia la ausencia de procesos formativos orientados a quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones políticas fundamentales y que contribuyan al progreso de la   nación y de sus habitantes.  Es fundamental que nuestros países exijan a sus gobernantes que respeten la normativa básica de la administración pública, en lo que se refiere a la profesionalización y capacitación de los administradores públicos, ajustándose al criterio de llamar a los más capaces y que cubran el perfil del puesto para el que fueron convocados. Las políticas  públicas de concurrencia multidisciplinaria que permite a quien tiene la delicada misión de decidir en la administración pública, tomar decisiones lo más cercanas a la realidad; le brinda la posibilidad de que la gobernabilidad y la acción democrática estén plenamente conjugadas.

 

El término Política, en castellano, se refiere tanto al logro como al ejercicio del poder en una organización. Dentro de este orden de ideas, el proceso político constituye el conjunto de relaciones necesarias para alcanzar, mantener, incrementar, legitimar y ejercer el poder. Asimismo dentro del concepto de gobierno en sus tres órdenes  municipal, local y federal que permitan una mejor eficiencia a las acciones de las demandas de la población, y así permita en el entorno social el bien común. Las decisiones de quienes detentan el poder están regidas por normas preestablecidas, al estado de derecho. A su vez, éstas originan otras normas de organización que orientan la relación y regulan el comportamiento de sus miembros de cada población.

 

El mundo del deber-ser, desde la norma jurídica positiva, escrita o consuetudinaria, hasta los postulados ideales de nuestra democracia imperfecta, la vía  la lucha subjetiva sea lavandera  social con acciones de consciencia y ser demócratas. El orden normativo es la estructura formal de toda sociedad. Sin él ésta no podría existir ni subsistir ,pues la vida social, a través de sus múltiples e incontables manifestaciones de toda especie, es una complicada maniobra de relaciones de variadísima índole que requieren imprescindiblemente una regulación que les proporcione seguridad dentro de su permanente diversidad y de su dinamismo coincidente, divergente y hasta opuesto.  Ha criticado la concentración de poder político, la indebida influencia de los poderes económicos en la política, la falta de representatividad de los partidos políticos y la desigualdad social, así como las causas de la criminalidad y las formas de remediarla.

Las reglas de conducta y a la coacción del Estado legítimo de nuestro sistema democrático permite a las normas, traducidas en leyes positivas de vigencia limitada y por esencia cambiantes, pueden tener cualidades o defectos, revelar o no el ideal diversificado de justicia, ser o no convenientes en un país o en una época determinada, regresivas o progresivas, buenas o malas, pero siempre absolutamente necesarias para estructurar a la sociedad humana.

La sociedad entera, en su desenvolvimiento, depende de ellas. Los derechos del individuo, por ejemplo, los derechos humanos, las garantías constitucionales son intocables  en cualquier episodio o pasaje de la vida cotidiana. Lo contrario es la barbarie y lo  que no es barbarie se distingue, precisamente, y que depende de  su contenido juridico, a saber, de la cultura, de la norma  de la ley.  El valor de una determinad cultura, su sentido, su orientación, se miden por su contenido normativo o Juridico.  Que equivale a su sustancia y esencia de la vida  espiritual  de una cultura es siempre jurídica, como su Vida moral.  La administración pública, tomar acciones de eficacia lo más cercano al entorno social donde se aplica. Le ofrece la posibilidad de que la gobernabilidad y la acción democrática estén plenamente conjugadas.

 

La  política como el   ejercicio del poder  constituye el conjunto de relaciones necesarias para alcanzar, mantener, incrementar, legitimar y ejercer el poder.  Asimismo las decisiones de quienes detentan el poder están regidas por normas de  conductas preestablecidas. A su vez, éstas originan otras  “el arte de lo posible” con significado de directriz o curso definido de acción, deliberadamente adoptado y perseguido para conseguir un determinado objetivo.  Las  política(s) empresarias(es), campos estos propios  de la administración “privada”. Cuando estas directrices o cursos de acción son desarrollados por algún institución, organismo u oficina gubernamental, se habla entonces de “políticas públicas” y su estudio lo han venido asumiendo principalmente, la administración pública  y la ciencia política.

  Francisco de Victoria en Reflexiones sobre el gobierno civil, distingue cuatro causas de la política: causa material: multitud de hombres. Causa formal: sociedad. Causa eficiente: naturaleza humana (virtud). Causa final: felicidad.  Las políticas públicas están íntimamente asociadas con la teoría del Estado, con la ciencia política y con la teoría administrativa. Una política pública está constituida por un conjunto de medidas concretas que conforman la verdadera “substancia” de una política pública.

La política pública tiene un público (o más bien unos públicos), es decir personas, grupos u organizaciones, cuya situación está afectada por esa política pública. Por ejemplo, los automovilistas, los constructores, las empresas de obras civiles, constituirán, con varios grados, el público de la política de seguridad vial. Algunos serán pasivos (los automovilistas) y otros se organizarán para influir en la elaboración o en la puesta en marcha de los programas políticos.  Una política pública define, obligatoriamente, metas u objetivos para lograr, definidos en función de normas y de valores. la consecuencia de la aplicación, por ejemplo, reducir el número de los accidentes viales, mejorar las condiciones de hospitalización de los enfermos, asegurar la independencia energética del país.

                Toda política pública hay dos dimensiones básicas: una temporal y otra de tipo espacial. La dimensión temporal, sitúa el asunto en un momento determinado y permite diferenciar la situación presentada con la de otro momento. Existe también una dimensión espacial porque las políticas públicas varían de un lugar a otro, no sólo por las condiciones propias de los distintos espacios, sino también porque esas condiciones espaciales implican comportamientos económicos, políticos y culturales.

 

La política pública tiene tres elementos fundamentales: uno de predicción, porque no es posible pensar que se tome una decisión sin tener un futuro deseado como referente. Cualquier decisión –aun personal– implica el que se espere lograr algo, y las políticas son eso: tratar de acercarse, mediante medidas administrativas, a un ideal de sociedad. El segundo elemento es la decisión  ya que formular políticas no es otra cosa que decidir. De ahí que los que se preocupan por las políticas públicas concentren su atención en cómo se decide, cómo son los procedimientos para la toma de decisiones: el Decidir a su vez, implica escoger entre dos o más alternativas. Cuando no hay sino una sola, no hay decisión: ya está decidido: por eso la decisión involucra dos procesos: uno de racionalidad y otro de voluntad.

                La tercera implica acción. Esta es la gran diferencia  entre el discurso y la política pública. Mientras no haya acción se está frente a un discurso. Es decir, frente a una intención. Lo que caracteriza a la política, es el hecho de que ésta se ejecuta, se materializa o si se quiere, se concreta en acciones. Las políticas públicas son susceptibles de clasificación o de tipologización. El saber si una política pública es de una otra naturaleza, ayuda a ubicarla dentro de un conjunto global, lo cual –entre otras cosas– facilita el hecho de adjudicar algunas características, metodológicas o instrumentos de análisis, a una determinada tipología en general o a cada una de las políticas en particular.